Uno puede llegar a pensar que los destinos 'mainstream' para emigrar son países como Inglaterra, Suiza o Irlanda, donde los sueldos son notablemente altos y están a tan solo dos horas en avión de España. Sin embargo, hay quienes deciden dar un giro a su vida aún más radical, viajando 15.000 kilómetros para buscarse un futuro mejor en Australia.
Esta es una realidad que ha querido reflejar el INE. Según el organismo, en el año 2015 estaban residiendo 160 aragoneses en Australia, mientras que en 2025 se ve un aumento con hasta 368 aragoneses. A nivel nacional, hay un total de 27.066 españoles residentes en Oceanía, de los cuales 8.679 están empadronados en Australia.
Con el auge de las redes sociales y con una creciente estadística de emigrantes españoles, cada vez es más común ver este tipo de historias en redes sociales, donde cientos de jóvenes cuentan su experiencia (mayormente positiva). Además, algunas de estas muy llamativas, tanto que consiguen captar miles de fans generando una fiel comunidad en redes sociales.
Ejemplo de ello es David Izquierdo, natural de un pequeño pero encantador pueblo zaragozano, Lécera. Este joven comparte con sus 90.000 seguidores de Instagram (@zurdo.lcr) su experiencia en Gold Coast (Australia). Región a la que se ha mudado recientemente después de trabajar y residir los primeros años en Sidney.
Su historia
Como él mismo cuenta, sus años de secundaria no fueron precisamente sencillos. Las malas calificaciones derivadas de la falta de motivación, unidas a la dificultad de gestionar esa situación en casa, acabaron llevándole a abandonar la ESO en tercero.
Tras ese punto de inflexión, decidió dar un giro de 180º y mudarse a Zaragoza para estudiar barbería. Allí destacó desde el principio, siendo de los mejores de la clase. En menos de un año ya estaba trabajando en el oficio, aunque las condiciones no eran las ideales. “En una barbería que me pagaba en negro y menos del sueldo mínimo, incluso menos de la mitad. Pero yo ya estaba contento”, explica en un vídeo de Instagram. Con el tiempo, logró escalar y conseguir un contrato en una barbería de mayor nivel, donde trabajó durante tres años.
Pero la etapa en Zaragoza terminó complicándose. Una mala relación con su jefe, sumada a una ruptura sentimental, acabó empujándole a tomar una decisión drástica, dejarlo todo atrás y probar suerte en el país de los canguros y los koalas.
Tras dos años y medio en Australia y con experiencia trabajando tanto por cuenta propia como por cuenta ajena, nadie mejor que David para contar cuáles son las diferencias entre el sistema laboral australiano vs. el español.
Condiciones laborales
En uno de sus vídeos ya señalaba el lujo que suponen los impuestos en comparación con España. El joven aseguraba haber ganado 42.000 dólares al año, de los cuales sólo pagó 5.000 en impuestos y gracias al 'Tax Return' le devolvieron 3.200 dólares australianos.
Asimismo comentó esta diferencia salarial la temporada pasada de 'Aragoneses por el mundo', señalando lo que ganaba trabajando en una peluquería de Sidney.
“Allí tienes el contrato normal de 40 horas fijas, pero también existe el ‘contrato casual’, muy común entre inmigrantes”, explicaba. Este formato, lejos de asegurar un mínimo de horas semanales, ofrece a cambio una mayor flexibilidad y una remuneración más atractiva. “En mi caso cobraba 32 euros por hora de lunes a viernes, 40 los sábados y 47 los domingos”.
Lejos de la importancia de los sueldos, otro de los aspectos que sorprenden al zaragozano es el tema del horario laboral: "En España siempre he trabajado a jornada partida, literalmente estaba todo el día trabajando. Pero en Australia la jornada partida ni siquiera existe. O sea que trabajo más y tengo más tiempo para mí", señala.
Asimismo, comenta lo normalizado que está en España el salir más tarde de tu horario habitual, algo totalmente inusual en Australia: "Es imposible que pase en Australia, si te pasa denuncialo porque aquí eso la gente no lo hace. Si te vas media hora se apunta y te lo pagan siempre. No sabéis mi jefe de España cuántas horas me debe, que ya lo doy por perdido", añade.
Por último, la exigencia también es menor, al menos en su oficio: "En España sentía que tenía que ir corriendo a todos los lados", argumenta el joven.
Lo que queda claro es que, lejos de su Aragón natal, David ha encontrado en Australia una manera de vivir que le resulta más justa, llevadera y que le permite gozar de una autonomía mucho mayor a la que ofrece la sociedad española.
