Una nueva panadería abrirá próximamente en Zaragoza. Pero no es una más, sino una con una larga trayectoria y tradición, que llega para ofrecer a los vecinos de la capital aragonesa sus recetas artesanales y auténticas. Se trata de Pan&Art (Panaderos Artesanos), un negocio familiar que nació en la localidad de Calanda (Teruel) hace ya 100 años.
Se ubicará en el paseo de las Damas, 7, donde luce el anuncio desde hace días, y abrirá sus puertas a principios del mes de noviembre, aunque la fecha todavía no es exacta. Así lo ha afirmado a EL ESPAÑOL DE ARAGÓN, María Victoria, una de las actuales propietarias de la panadería.
Mariví está al frente del negocio junto a sus hermanos, Julio y Dolores, continuando con la herencia familiar que comenzaron sus bisabuelos paternos en la década de los 20. “Mis abuelos tenían un molino de harina en el río, cerca del pueblo, y se dedicaban a la fabricación de harinas. En los años 30 decidieron subirse al pueblo. Compraron un local y montaron la panadería en 1931”, recuerda.
Desde entonces, Pan&Art ha pasado de generación en generación sobreviviendo a los cambios de tendencias de consumo o al movimiento de gran parte de la población a las grandes ciudades. A día de hoy, cuentan con dos tiendas, una en Calanda y otra en Alcorisa, ambas en la provincia de Teruel.
Julio Franco.
Ahora, la familia se prepara para abrir la tercera, la primera en la capital de Aragón. “Queríamos lanzar un poco más lo que es nuestra repostería. Pensamos que ir a Zaragoza era buena idea, y el local siempre lo había tenido localizado. En el momento en el que se quedó libre, nos lanzamos”.
En concreto, se encuentra en el establecimiento en el que anteriormente estaba una de las tiendas de empanadas argentinas 'Andes'.
Fachada exterior.
Así pues, con esta nueva apertura expanden fronteras, algo que ilusiona enormemente a María Victoria y sus hermanos.
“En la zona no hay nada de esto, creo que puede gustar porque cada vez se valora más lo artesanal. Y en las ciudades es algo que ha ido desapareciendo, pero que la gente sí lo demanda”, reconoce sobre sus expectativas.
Julio Franco y Pilar Urrios.
Producto artesanal
En esa línea, la propietaria defiende que su gran diferenciación es su oferta artesanal con todos los productos hechos a mano y con ingredientes naturales sin conservantes ni aditivos. “Son las recetas de hace 60 o 70 años”, justifica María Victoria.
Además, señala que lo que más se demanda, al menos en su zona, es el brazo de gitano y las pastas. También se venden mucho las tortas de alma, los mantecados, los hojaldres, las magdalenas rellenas o galletas para la leche.
