El retraso de la jubilación en España de 65 a 67 años ha sido muy debatido y criticado en la sociedad. La cuantía de las pensiones también es tema que sigue preocupando en el país; sin embargo, la realidad es bien distinta en Estados Unidos.
En la primera potencia mundial el sistema laboral es muy diferente al de España. Merche, profesora zaragozana vive actualmente en Dallas (Estados Unidos) y habla con El Español de la realidad que ha conocido allí.
Merche aterrizó en EEUU el pasado 9 de julio, por el programa de profesores visitantes del Ministerio de Educación. Cuenta con un visado de tres años prorrogable, aunque su plan es regresar a España al finalizar el curso. “Lo más probable es que me quede solo este curso escolar porque tengo a mi familia en España", reconoce.
La profesora solo lleva unos meses, pero ya ha notado la gran diferencia con el sistema español. “El nivel de exigencia es mucho mayor”, confiesa. “Aquí tienes poca libertad para actuar, todo se mide en resultados, y la dirección puede entrar en tu clase en cualquier momento. De hecho, están obligados a hacerlo varias veces al año”, asegura.
A esa presión se suma un sistema de bajas laborales que la deja perpleja: “Tienes diez días al año para todo: enfermedad, asuntos personales o viajes. Si te pasas, te descuentan del sueldo. He visto compañeros que van a trabajar con una escayola, algo impensable en España”, relata.
La jubilación también es diferente y algo que sorprende a la zaragozana pues en EE.UU "hay gente que con 70 años sigue trabajando". Respecto al salario, reconoce que es más generoso que en España. “El sueldo da para vivir bien y hacer turismo, es cierto que el coste de la vivienda y de la vida en general también es más alto, pero con los sueldos de aquí da para todo”, explica.
Para muchos docentes visitantes la experiencia no solo es laboral, sino también vital: “Venimos a conocer otro sistema educativo, otras realidades y otro país. Yo llevaba muchos años con la ilusión de poder hacerlo”, cuenta Merche.
En su escuela de Dallas, Merche comparte claustro con otros tres profesores españoles. “Somos un profesorado altamente comprometido y muy responsable con nuestro alumnado”, asegura, desmintiendo estereotipos: “No he sentido en ningún momento que aquí nos vean como vagos a los españoles”, reconoce.
La vida en Texas también le ha revelado un lado distinto de la cultura estadounidense. “Es una sociedad mucho más individualista”, observa. “Los hijos se van de casa al ir a la universidad, y la movilidad entre estados es enorme. Es otro concepto de las relaciones personales y familiares, algo totalmente distinto a como funcionamos en España”, termina.
