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Teruel es tierra de cultura, patrimonio, historia y contrastes. De pueblos escondidos que resisten la despoblación mientras que reciben increíbles galardones y miles de turistas. De hecho, los conocidos como ‘Pueblos Bonitos de Teruel’ recibieron 880.000 turistas entre enero y noviembre de 2024, entre los que figuran Mirambel, Cantavieja o Albarracín, entre otros.

Muchos de ellos tienen ese sello medieval tan característico, con joyas que marcan la fisionomía de la localidad como grandes murallas o restos de antiguos castillos que custodiaban la zona.

Ejemplo de ello es Mirambel, un pequeño pueblo turolense de 100 habitantes que se encuentra mucho más cerca de Castellón (2 horas) que de Zaragoza (3 horas). Sin embargo, como dice nada menos que ‘National Geographic’ es un pueblo en el que “a cada paso hay una historia por contar”.

Razón no les falta. Rodeado por cerros, no sólo aguarda grandes restos medievales, sino que puede presumir de ser el pueblo medieval mejor conservado de Europa. Su conjunto arquitectónico e histórico ha sido galardonado con el prestigioso Premio Europa Nostra, convirtiéndolo en un referente en Europa por la integridad y autenticidad de su casco antiguo.

Qué ver en Mirambel

Antes de llegar a la localidad lo mejor es no intentar traspasar las murallas y aparcar en alguno de los parkings habilitados a las afueras de Mirambel. El centro está reservado para los locales y además, sus calles estrechas hacen muy complicado el tránsito en coche.

Una vez aparcado, un plan que no puede faltar es recorrer el recinto amurallado que rodea al pueblo, conformado por cinco portales, cuatro torreones y el castillo. Puede entrarse al casco histórico a través del Portal de las Monjas, uno de los mejores conservados de la ciudad.

Este portal está pegado al convento de monjas Agustinas, otro edificio emblemático, y destaca por su torreón cilíndrico en el que actualmente se aloja la sacristía del convento. Es considerado como uno de los más bonitos, siendo una imagen muy asociada al pueblo de Mirambel. Cual Coliseo a Roma, salvando las distancias claro está.

Continuando en un tranquilo paseo por Mirambel podrán visitarse otros edificios reseñables la iglesia de Santa Margarita, la Lonja o vestigios del antiguo castillo de la Orden de San Juan, donde aún es posible recorrer algunas estancias y dejarse llevar por la historia templaria y sanjuanista.

Cómo llegar a Mirambel

Para llegar a Mirambel desde Zaragoza hay que tomar la Autovía del Ebro y A-1702 en un trayecto de 200 km que dura 3 horas. Desde Teruel el viaje se reduce a aproximadamente hora y media por la A-226, dirección Cedrillas y Cantavieja.

Parece mentira que un pueblo tan pequeño de 107 habitantes pueda albergar tanto patrimonio y esté tan bien conservado, siendo una opción perfecta para una escapada exprés a esta zona.

Además, para completar el día, lo mejor es visitar Cantavieja. Está a sólo 14 minutos en coche y mezcla un patrimonio increíble con algunos de los mejores restaurantes de la provincia de Teruel, ideales para hacer un parón y reponer fuerzas.