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El otoño ya ha hecho acto de presencia en Aragón. Los colores de los árboles han cambiado, al igual que el armario de las aragonesas. Y como no puede ser de otra manera, en el cambio de estación, los ingredientes de la cocina también son diferentes.
Al helado y las ensaladas fresquitas le sustituyen las verduras de temporada y los caldos calientes. Sobre este último, la gastronomía aragonesa tiene mucho que decir. Una receta que estos días volverá a la mesa de los aragoneses es la sopa de ajo.
Se trata de un plato fácil de hacer, rápido y rico en proteínas. Sí, una sopa puede tener proteínas. A esta receta se le puede añadir huevo para que sea más completa.
Beneficios de las sopas de ajo
Las sopas de ajo son tradicionales en Aragón particularmente en la gastronomía turolense. En este plato no faltan ingredientes sencillos y llenos de sabor como el pan duro, los ajos, el aceite de oliva, pimentón, y huevos. Ingredientes que combinados consiguen una de las sopas más sabrosas.
Una receta sencilla y llena de sabor que sigue presente en el recetario actual a pesar del paso del tiempo y prácticamente fiel a la receta original. Además, destaca por tener ingredientes ricos en nutrientes esenciales, los cuales aportan vitaminas, minerales y antioxidantes necesarios para un buen funcionamiento del organismo.
Una sopa de ajo.
Todo ello, sumado también a los compuestos con propiedades antiinflamatorias que contiene el ajo y que ayudan a reducir la inflamación en el cuerpo; y a las proteínas que aporta el huevo, hacen de esta receta perfecta para el otoño y el invierno.
La sopa de ajo aragonesa es uno de esos platos sencillos de aprovechamiento. Su origen se remonta a tiempos de escasez cuando se agudizaba el ingenio para aprovechar los ingredientes básicos que había en casa. Por lo que además de rica, y buena para la salud, sale barata.
Cómo hacer las sopas de ajo
Ingredientes
- 6 cucharadas de aceite de oliva
- 6 dientes de ajo
- ½ barra de pan duro (aprox., cortado en rodajas de 1 cm)
- 1 litro de caldo de verduras (bien caliente)
- 1 huevo
- Sal al gusto
Paso 1
Calentar el aceite: pon una olla al fuego con las 6 cucharadas de aceite de oliva.
Paso 2
Dorar los ajos: pela y corta los dientes de ajo en láminas finas. Añádelos a la olla y sofríelos a fuego medio hasta que se doren ligeramente, soltando su aroma.
Paso 3
Añadir el pan: incorpora las rodajas de pan duro y remueve bien para que se impregnen del aceite y el sabor del ajo.
Paso 4
Agregar el caldo; vierte el litro de caldo de verduras bien caliente sobre el pan y deja cocer a fuego medio durante unos 10 minutos, hasta que el pan esté completamente blando y la sopa tenga una textura espesa.
Paso 5
Rectificar de sal: prueba y ajusta la sal según tu gusto.
Paso 6
Incorporar el huevo: rompe el huevo directamente en la olla y remueve enseguida para que se cueza y se deshilache por toda la sopa, aportándole suavidad y cuerpo.
