Zaragoza
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El relevo generacional es uno de los principales problemas de muchos negocios en nuestro país y la causa del cierre definitivo de históricas panaderías, carnicerías u otros comercios de proximidad. Aunque esta preocupación se encuentre también en las ciudades, son los pueblos los que más lo sufren. Así pues, la apertura de nuevos negocios en estas localidades se celebra por todo lo alto.

Sobre todo, si apuestan por la calidad y por la cercanía en el servicio. Este es el caso de la nueva carnicería de Biescas, en el Pirineo aragonés. Recientemente, el pasado 20 de agosto, el matrimonio formado por Antonio y Cristina decidió emprender y abrir su propia carnicería en el municipio oscense con el apoyo de todos los vecinos.

Ambos son de Zaragoza, pero explican que llevan mucho tiempo residiendo en el Pirineo. “Yo siempre he sido carnicero. He regentado carnicerías de otra gente, he sido encargado. Nos gusta mucho el Pirineo, nos ofrecieron esta carnicería y como vimos que estábamos preparados, nos hemos lanzado a esta aventura”, relata Antonio, quien da nombre a la carnicería.

Así pues, Antonio y Cristina ponen su experiencia al servicio de Biescas, uno de los pueblos más turísticos del Pirineo aragonés. Sin duda, era algo que los vecinos demandaban y se ha visto en sus primeros días al frente de la carnicería.

“Está siendo apoteósico. Estamos muy contentos. El pueblo ha respondido súper bien. Estamos trabajando mucho. Llevábamos desde el miércoles abiertos y estamos durmiendo una media de tres horas al día. Mi mujer en una semana ha hecho 590 cachopos. Es una salvajada”, expresa Antonio.

Ese buen recibimiento lo ratificaba también la alcaldesa de Biescas, Lorena Cajal, quien aseguraba haber recogido “un feedback increíble por parte de la gente”, tanto por la calidad como por el trato. De esta forma, Cajal augura un éxito rotundo para esta pareja. “Creo que va a ser una carnicería referente”, señalaba recordando que no es la única de la localidad.

Además, defiende que es una noticia muy buena y positiva para la localidad que una pareja joven llegue para abrir un negocio como este. “Ojalá hubiera más”, añade.

Toque diferencial

En cuanto a lo especial de Carnicería Antonio, el propietario señala que viene de familia carnicera y por ello hacen todo ellos mismos. "Nosotros nos hacemos la longaniza, la chistorra, las hamburguesas".

Además, destaca que son un establecimiento libre de gluten: "No utilizamos nada de gluten, hasta los cachopos son de pan rallado de arroz. Los productos no llevan ningún tipo de conservantes, ni azúcares, todo natural”, detalla como identidad.

En esa línea, confían en que la carnicería funcione bien durante todo el año, ya que consideran que Biescas es un núcleo en el que no se nota el “bajón” de los meses menos turísticos. Igualmente, Antonio reconoce que van a estar los dos solos y hay mucho trabajo. “En invierno queremos hacer embutido seco, de caza. Siempre vamos a estar ocupados”, sentencia con la ilusión de esta nueva etapa.