Zaragoza
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Los pueblos de Huesca tienen todos su encanto, pero uno que está de moda este año, es sin duda Canfranc. El pequeño pueblo aragonés apareció hace unos meses en el 'New York Times' en la lista de los 52 destinos para visitar este año.

El pueblo aragonés es un municipio pirenaico de la comarca de la Jacetania, en la provincia de Huesca; y según los últimos datos del INE tiene una población de 612 habitantes. Atravesado por el río Aragón y envuelto entre montañas, el valle consta de varias casitas típicas de la zona: de piedra y tejado de pizarra.

Pero sin duda, la Estación Internacional de Canfranc es el edificio insignia de este pueblo pirenaico. Se construyó en lo que se conoce como Canfranc Estación, que junto a Canfranc Pueblo conforman el municipio de Canfranc, ubicado cerca de la frontera con Francia.

Estación Internacional Canfranc

Canfranc cuenta con un hotel de cinco estrellas y restaurante con estrella Michelin, en un entorno natural espectacular, en pleno Pirineo Aragonés. Por lo que no sorprende que los neoyorquinos lo recomienden como visita obligada este 2025.

La estación de tren fue convertida en un lujoso hotel en 2023 y desde entonces llama la atención de medios internacionales. "Una estación de tren palaciega renace y volverá a ser accesible en tren" se lee en el artículo.

La antigua estación de tren de Canfranc, en el Pirineo, durante la borrasca Fien de 2023. Javier Blasco EFE

La lista del 'New York Times' no es una lista cualquiera, desde hace más de 20 años todos los meses de enero publican los destinos más especiales para visitar durante el año. Una lista a la que acuden viajeros y aventureros de todo el mundo que quieren descubrir lugares únicos de los que nadie les va a hablar, salvo esta revista.

La estación de tren Canfranc se inauguró en 1928, por rey de España Alfonso XIII y el presidente de la República Francesa de entonces, Gaston Doumergue. Fue durante años un importante paso fronterizo internacional.

La Estación Internacional de Canfranc, fue durante décadas un punto clave de conexión entre España y Francia. Tras años de abandono, este imponente edificio renació como un hotel de lujo, preservando su grandeza original. Hoy, este hotel de cinco estrellas es un lugar donde el pasado y el presente coexisten armoniosamente, ofreciendo a sus visitantes un viaje en el tiempo sin renunciar a las comodidades modernas.

El imponente edificio fue construido en sus orígenes como paso fronterizo entre Francia y España a través de los Pirineos, esta edificación fue declarada en 2002 Bien de Interés Cultural.