Cuando pensamos en torrijas, es inevitable relacionarlas con pan, leche, azúcar, tradición y abuela. Este dulce típico encanta a todo el mundo, y su receta fácil y rápida ha pasado de generación en generación sin mucho problema.
Las torrijas son una receta de aprovechamiento: cuando el pan se quedaba duro, era una manera de ablandarlo y no tirarlo. De un tiempo a esta parte, la tradición se ha modernizado, y más que utilizar pan duro, hay quien compra pan brioche "de propio" para hacerse una torrija gourmet.
La torrija llevada a su máxima innovación la encontramos en Zaragoza. Una pequeña pero conocidísima pastelería ha querido reinventar la receta y ha sacado su propia versión con base de croissant. Una propuesta moderna y arriesgada a partes iguales.
Le Petit Croissant es una panadería-pastelería con casi 20 años de historia en Zaragoza. Nació el 2 de octubre de 2006 en la Calle Hernán Cortés, por el empeño de Anne-Laure Romeuf, que quería trasladar el sabor parisino a la capital aragonesa.
Y lo consiguió. En estos años ha ampliado el negocio a tres locales en la ciudad y es un referente de la pastelería, siendo sus croissants los mejores de Zaragoza. Para esta Semana Santa, ha querido fusionar su especialidad con el dulce típico de la tierra, y han sacado la torrija más moderna de España.
La torrija más moderna de España
Una torrija es una torrija: pan, leche, huevo y azúcar. Si el pan es de pueblo y del día anterior, mucho mejor. No obstante, en la cocina siempre se puede innovar. Ferran Adrià habla de la cocina como de un "laboratorio experimental", y nosotros no queremos llevarle la contraria al rey de los fogones.
Así que, si Le Petit Croissant hace una torrija moderna con croissant y crema pastelera, nosotros no tenemos más que asentir. El nuevo dulce lo han presentado en sus redes sociales: “Esta Semana Santa reinventamos la tradición con nuestro CROISSANT TORRIJA. Una fusión perfecta entre la clásica torrija española y el toque inconfundible de la pastelería francesa”, explican.