Zaragoza
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He estado buscando alguna canción sobre las tapas, pero no he encontrado ninguna. Hay algunas letras sobre la comida pero, sobre estos pequeños bocados no he visto nada, y es una pena, porque las tapas, desde luego, se merecen un canto divino.

Con cada mordisco suena música celestial, sobre todo, si son tapas bien elaboradas, con ingredientes de calidad. En el centro de Zaragoza está el santuario de las tapas, 'El Tubo' y entre sus bares hay uno que destaca especialmente por tener una barra casi infinita con más de 20 propuestas diferentes.

En pleno corazón del Casco Histórico de Zaragoza, a un paso de la Seo, se encuentra Los Victorinos, un auténtico templo del tapeo aragonés que no deja de cosechar éxitos desde 1969. Este icónico bar, ubicado en la calle José de la Hera, 6, es una parada obligatoria para todos aquellos que buscan un concierto gastronomico.

Tras reabrir sus puertas en junio bajo la gestión de la familia Palomares, que cuenta con más de 25 años de experiencia en la hostelería, Los Victorinos ha conseguido preservar su esencia mientras se adapta a las nuevas tendencias.

¿El resultado? Una barra que es un espectáculo para los sentidos, con más de 20 variedades de tapas elaboradas al momento, que combinan tradición e innovación en cada bocado.

Un bar con historia y sabor en Zaragoza

Desde sus inicios, Los Victorinos se ha caracterizado por ofrecer tapas de alta calidad que rompieron moldes en Zaragoza, adelantándose a su tiempo. Entre sus especialidades, destacan delicias como el huevo escalfado con trufa blanca del Piamonte, la tapa Mudéjar, las croquetas caseras y los montaditos, todo ello servido en un entorno lleno de carácter.

El interior del local mantiene su decoración tradicional, con paredes repletas de iconos taurinos, carteles históricos de las Fiestas del Pilar y fotografías de clientes ilustres, lo que refuerza la sensación de estar en un lugar cargado de historia y autenticidad. El precio de las croquetas y de las tapas es de 3,20 euros.