Zaragoza
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Tres jóvenes, de entre 24 y 33 años, con una veintena de antecedentes, han vuelto a ser detenidos en uno de los barrios más peligrosos de Zaragoza cuando trataban de acceder a un narcopiso que había sido desmantelado apenas unas horas antes. Fueron sorprendidos en la huida y se intervinieron tres patinetes eléctricos, un taladro, una pata de cabra y dos teléfonos móviles.

Se trataba de un edificio en la calle Miguel de Ara, en el barrio de El Gancho, en Zaragoza. Por la mañana, la Policía Nacional detuvo a otros tres jóvenes como presuntos responsables de un delito de tráfico de drogas. La vivienda funcionaba como un punto de venta de sustancias estupefacientes y fármacos sin autorización, lo que generaba un constante trasiego de personas que apenas permanecían en su interior unos minutos antes de marcharse, un patrón característico del tráfico de drogas.

Ya por la tarde, los vecinos alertaron a la Policía tras observar a unos individuos golpeando violentamente la puerta de acceso a la vivienda, con la aparente intención de entrar por la fuerza. Los agentes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) se desplazaron inmediatamente al lugar, donde sorprendieron a dos hombres apoyados en la barandilla del balcón del domicilio. Al percatarse de la presencia policial, intentaron huir, pero fueron interceptados en las escaleras de la tercera planta mientras trataban de evadir la detención.

El tercer implicado se encontraba en el interior de la vivienda, escondido detrás de la puerta de acceso, sujetando un patinete eléctrico y rodeado de diversos objetos que presuntamente habrían sido sustraídos.

Tras la detención de los sospechosos, los agentes incautaron tres patinetes eléctricos, un taladro, una pata de cabra y dos teléfonos móviles. Estos objetos fueron puestos a disposición del Grupo de Robos de la Brigada Provincial de Policía Judicial, que se encargará de determinar su legítima procedencia.

Los detenidos, que, al igual que los arrestados por la mañana, también se encontraban en situación irregular en España y cuentan con más de una veintena de antecedentes policiales. Tras comparecer ante el juez, y como también ocurrió con los anteriores, quedaron en libertad con cargos.