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La mañana transcurría con total normalidad en la estación de esquí de Astún. Las pistas presentaban un gran ambiente, con multitud de público para aprovechar el buen tiempo y la calidad de nieve, pero, de repente, en torno a las 11.30, la rotura de un telesilla sembró el caos y la incertidumbre en la montaña pirenaica, que enseguida se convirtió en un trasiego de decenas de ambulancias y helicópteros para tratar y cuidar a los heridos.

Este accidente ocasionó alrededor de 15 heridos de diversa gravedad, tres de ellos de mayor repercusión y que han sido trasladados a centros hospitalarios. Por el momento, se desconocen las causas que han provocado la rotura del telesilla, aunque desde la estación de Astún sostienen que la instalación contaba con todos los permisos y revisiones, algo que ha ratificado el presidente de Aragón, Jorge Azcón, que se desplazó rápidamente hasta el lugar.

En ese momento, decenas de personas se encontraban subidas al telesilla. Dos de ellos, Jorge e Irene, llegaron a estar hasta tres horas esperando desde que se paró la instalación hasta que pudieron tocar suelo, aunque reconocen que se ha trabajado con “muy buena coordinación” y que el trato ha sido “excelente”. “Lo primero que han hecho es atender a los heridos. Por megafonía pedían paciencia para ser rescatados. A la altura a la que se ha quedado la silla era complicado bajar”, contaba Jorge.

Ambos venían de San Sebastián a pasar el fin de semana, aprovechando que este lunes es festivo en la localidad vasca. Los dos llevan años esquiando y admiten que “nunca habíamos visto una cosa parecida”. “Hemos notado un latigazo y que la silla bajaba, todo un vaivén. No da tiempo a pensar mucho, pero sí piensas que se ha roto y te vas para abajo. Si estaba baja te ponían escalera, pero si no había que esperar al bombero a que subiese y te colocara el arnés”, destaca Irene.

En parecida situación se ha quedado Koldo, llegado de Bilbao a pasar el día con sus dos hijos, con quienes ha estado dos horas en el telesilla. “Llevábamos un par de minutos cuando ha habido una parada muy brusca, hemos caído al suelo, y hemos salido rebotados. Las sillas se han descontrolado y alguno ha sido disparado y otro colgado”, recuerda.

Ante ello, Koldo narra que ha habido gente que sí se ha puesto nerviosa y que ha comenzado a tirarse al suelo, lo que ha provocado que, por momentos, haya sido “un poco angustioso”. “Ha venido alguna moto y ha estado preguntando. Detrás de mí había un chico atrapado en la silla. Se han centrado primero en los heridos, que había bastante, y luego nos bajaban a nosotros”, incide.

A Gonzalo, llegado de Murcia, y dos amigos no le ha pillado por apenas un par de minutos, ya que acababan de bajar del telesilla en el momento en que la cuerda se ha soltado. Inmediatamente, se ha sumado a los equipos de emergencia a echar una mano. “Hemos bajado, nos estábamos poniendo las fijaciones del snow, hemos escuchado un ruido de roto, nos hemos girado, la rueda del tren se había soltado, la gente se ha caído de las sillas, la cuerda se ha destensado y nos hemos puesto a ayudar. Han puesto a gente en camilla y los han bajado por orden de gravedad”, cuenta.

Al final, Gonzalo celebra que no haya acabado en tragedia, más allá del susto “y lo que podía haber sido”. “Hubo un ruido y ves sillas que se han dado la vuelta y gente en el suelo. La actuación de las fuerzas de seguridad ha sido rápida, con la ayuda de los voluntarios que estábamos ahí”, afirma.

Todas las personas consultadas por EL ESPAÑOL DE ARAGÓN desde la propia estación de Astún valoran la rápida actuación de los cuerpos de emergencia para atender a los heridos y a las personas que seguían en el telesilla. “Todo ha sido magnífico y creo, o al menos lo parecía, muy sensatos. La gente estaba bastante nerviosa, lógico y normal, pero creo que lo han llevado muy bien y sin tanto nerviosismo”, destaca Lucas.