Zaragoza
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Reducir la siniestralidad laboral es uno de los grandes objetivos de los empresarios y sindicatos después de otro verano crítico en Aragón, en el que perdieron la vida una decena de personas en apenas tres semanas. Ello llevó a convocar de urgencia a los agentes sociales para intensificar la cultura preventiva, haciendo hincapié en las empresas más pequeñas y los autónomos.

La preocupación por esta siniestralidad ha quedado patente cuando los máximos responsables de la patronal y sindicatos aragoneses han acudido a las Cortes de Aragón para hacer una llamada común ante la necesidad de fomentar la cultura preventiva.

Porque, a juicio de todos ellos, la apuesta por la prevención es tarea de todos, desde el último trabajador hasta el dueño de la empresa. “Debe estar integrada en la empresa como un departamento financiero, de ventas o operaciones. Todos debemos interiorizar los riesgos, tanto trabajador como empresario, y se debería formar en prevención desde niños. Lo habitual es el peor enemigo de la seguridad”, ha subrayado el presidente de CEOE Aragón, Miguel Marzo.

Eso sí, advierten de que será un trabajo a largo plazo, que no se cortará de forma inmediata. “Una cultura se cambia de forma lenta y tendremos resultados de forma lenta. No es fácil. Esto es a largo plazo. La prevención debe ser un tema compartido entre empresarios, trabajadores y sociedad”, ha apuntado Marzo.

Desde los sindicatos se secunda esta visión, y han pedido a las fuerzas políticas una renovación de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, vigente desde los años 90. “La inversión en seguridad y salud reduce bajas, mejora productividad, evita sanciones, retiene talento y salva vidas”, ha incidido el secretario general de UGT Aragón, José Juan Arcéiz.

De hecho, desde este sindicato plantean que se incorpore una asignatura en los grados universitarios específica sobre la Prevención de Riesgos Laborales. “Todos los trabajadores deben conocer el mapa de riesgos de trabajo antes de empezar a trabajar, independientemente del lugar, tamaño y contrato”, ha remarcado Arcéiz.

El 99% de las empresas aragonesas son pymes, micropymes o autónomos, lo que obliga a tener en cuenta su particularidad a la hora de trazar la estrategia idónea para combatir esa siniestralidad. “Las pymes necesitamos seguridad, procedimientos claros y menos burocracia. La prevención no es un coste, es una inversión, porque significa más productividad y una sociedad mejor para Aragón”, ha señalado la presidenta de Cepyme Aragón, María Jesús Lorente.

Desde CCOO, su secretario general, Manuel Pina, ha puesto el foco en aquellas pequeñas empresas donde no existe representación sindical. “Tenemos que buscar fórmulas para extender esa cultura preventiva a esas empresas donde es imposible llegar”, ha resaltado.