Las últimas cuatro muertes en accidentes laborales han vuelto a encender todas las alarmas en el tejido empresarial aragonés. En apenas una semana, dos mecánicos morían electrocutados en Calatayud, un camionero sufría un accidente mortal y otro trabajador perdía la vida mientras limpiaba un depósito de agua en las instalaciones de Saica.
En total, son 23 muertes en lo que va de año en accidente laboral, lo que obliga a las instituciones y patronales a volver a ponerse el mono de trabajo. Y será en septiembre, a la vuelta de las vacaciones, cuando Gobierno de Aragón y agentes sociales se pongan manos a la obra para tejer un nuevo plan de choque contra esta lacra, que pondrá el ojo directo en las subcontratas.
Esta nueva hoja de ruta se conversará de manera directa con los máximos responsables de las principales organizaciones empresariales y sindicales y la Inspección de Trabajo, en el seno del Consejo Aragonés de Seguridad y Salud Laboral. También participarán responsables de Salud Pública.
No en vano, las subcontratas están siendo las tristes protagonistas de los últimos accidentes, y los sindicatos señalan directamente a estas pequeñas y medianas empresas ante una situación "insostenible". “Este tipo de empresas son las que reúnen la mayor parte de accidentes mortales, y se suelen encargar de los trabajos más duros, aunque la ley también obliga a las grandes a coordinar a los trabajadores de las subcontratas, que puede haber decenas en una misma empresa”, ha señalado el responsable de Seguridad Laboral de CCOO, Luis Clarimón.
Con ello, el gran objetivo es difundir la cultura preventiva en los trabajadores y mandos, lo que debe ser una labor permanente entre todos los actores. “Muchas veces pensamos que el accidente siempre le ocurre al otro, pero nunca a mí. Debemos seguir llegando a pequeñas y medianas empresas con una labor de difusión y concienciación lo más intensa posible, y en eso estamos”, ha subrayado el director general de Trabajo.
La idea que tienen en el Gobierno de Aragón es que esta nueva campaña de prevención se ponga en marcha de forma inminente, ya este mismo año 2025. “Vamos a tratar de consensuar un programa en materia de subcontrataciones y coordinación de actividades empresariales. Todos son colaboradores necesarios para crear este plan”, ha insistido Divasson.
Atajar la siniestralidad laboral fue una de las grandes misiones del Gobierno de Jorge Azcón desde que aterrizó en el Pignatelli en 2023. En este tiempo, se lanzó una campaña en medios de comunicación para promover la prevención, y se logró que el Ministerio incrementara el número de inspectores de trabajo, de 83 a 92.
La última víctima de esta lacra es un hombre de 44 años, de nacionalidad marroquí, que perdió el control de la manguera mientras estaba limpiando un depósito de agua. El granallado atacó directamente al trabajador con una gran fuerza, arrancándole el brazo y provocándole cortes en otras partes del cuerpo, con hemorragias que terminaron siendo mortales.
Ahora, las labores de Inspección de Trabajo se centran en averiguar los motivos por los que se perdió el control de esta manguera. Saica ya ha abierto una investigación para esclarecer lo ocurrido en el accidente en el que murió desangrado un trabajador. Desde la empresa pusieron inmediatamente en marcha todas las medidas a su alcance para atender a la víctima y los equipos médicos que estaban en la fábrica acudieron inmediatamente, pero no pudieron salvar la vida.
Con él son ya 23 las personas que han perdido la vida en el trabajo este año en Aragón. Los últimos días están siendo especialmente dramáticos, con la pérdida de cuatro vidas con solo unos días de diferencia.
El pasado 30 de julio, dos mecánicos murieron electrocutados en Calatayud cuando tuvieron un fatal contacto con la red eléctrica. Horas después, un camionero fallecía a causa de un accidente de tráfico en plena madrugada, en la N-122 a su paso por Torrellas, cerca de Tarazona.
