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Las matriculaciones de coches eléctricos en Aragón han experimentado un impulso sin precedentes en 2025. En lo que va de año, las ventas se han duplicado respecto al mismo periodo del año pasado, un crecimiento que consolida la movilidad eléctrica en la comunidad.

El aumento responde tanto al abaratamiento de los modelos más populares como a las nuevas ayudas públicas y a la ampliación de la red de puntos de carga, factores que están transformando el panorama del automóvil aragonés.

En concreto, entre enero y octubre se han vendido más de 3.000 coches electrificados (eléctricos puros e híbridos enchufables), que son el doble que durante todo el pasado 2024. De hecho, solo en octubre se matricularon 335 vehículos con energías limpias, por los 153 del mismo mes del año pasado.

Ello ha provocado un aluvión de solicitudes de ayudas económicas del Plan Moves III al Gobierno de Aragón. Pese a contar con un presupuesto de 10,3 millones de euros -la mitad para la compra de vehículos y el resto para instalar infraestructuras de recarga-, las peticiones ya superan ampliamente la cantidad prevista inicialmente.

En total, y pese a que no fue posible aprobarlo hasta junio, se han recibido 2.259 solicitudes hasta el 24 de octubre, que suman unas ayudas de casi 13 millones de euros para sufragar la compra de estos vehículos. Aun así, pueden seguir presentándose peticiones hasta el 31 de diciembre.

Estas ayudas son clave para aliviar el alto precio de los coches eléctricos, si bien cada vez hay más opciones disponibles para los posibles compradores, como explican desde los concesionarios. “Si sumas las ayudas del Estado, las de las empresas o la Renta, podrías tener un coche eléctrico por 16.000 o 17.000 euros que te haga el papel”, destaca Mariano Gosá, jefe de ventas de Hyundai Seulcar, del Grupo Carza Automoción.

Según la experiencia de este concesionario, el coche eléctrico es cada vez menos residual al haber ampliado su abanico de modelos, desde los más pequeños para ir por ciudad hasta otros medianos y grandes, en función de las necesidades.

Eso sí, todavía hay ciertos temores extendidos entre los posibles usuarios, principalmente lo relacionado con la recarga de las baterías. “Un cliente, si no ha entrado en el mundo del coche eléctrico, tiene todavía el miedo a quedarse tirado. Es como cargar un móvil, que lo puedes cargar de noche en tu casa”, defiende el responsable de ventas de Hyundai Seulcar

De hecho, incide Gosá que el problema no es tanto las estaciones de carga ya existentes, sino las que son ‘ultrarrápidas’. “Eso hará que, realmente, haya que esperar poco para cargar el coche. Cuantos más coches eléctricos haya, más puntos de recarga habrá, porque será un negocio. Al principio hay poco cliente y poca preocupación en que funcionen correctamente”

“Es muy raro que un usuario de coche eléctrico vuelva a querer uno de combustión. Ves que no vuelves a echar gasolina y que el coste de luz ha sido mínimo. El cliente más convencido es el propio usuario”, concluye Gosá.