La confirmación de casos de gripe aviar en animales encontrados muertos en la laguna de Gallocanta ha activado todas las alertas entre los ganaderos y productores. El Gobierno aragonés se ha visto obligado a prohibir la cría de aves al aire libre durante cuatro meses para evitar posibles contagios, que pueden llegar a ser mortales en apenas 24 horas.
Los productores aceptan las medidas con resignación, aunque ven difícil bloquear la expansión del virus que ya se mueve en aves migratorias, por lo que lamentan que no se hayan adoptado medidas de forma más rápida. “Las restricciones están bien, aunque nos deberían haber llamado a los productores. Hace falta transparencia”, afirma Eloy Ureña, productor avícola y responsable de UAGA en este sector.
La principal preocupación para los productores es cortar la transmisión de un virus que se compara con el coronavirus. “Es muy parecida la forma de infectar. La carga vírica la puedes llevar en la ropa o las manos, aunque solo afecta a las aves. Solo con que un ave migratoria tenga gripe, mis pollos estarían infectados”, expone.
Por ello, desde las organizaciones agrarias llaman a los ganaderos a evitar en la mayor medida posibles contactos entre ellos. “Cuanto menos contacto haya entre nosotros y con aves silvestres, mejor, extremando la seguridad con medidas de desinfección. Nada del exterior que no esté desinfectado puede estar dentro de donde estén los animales”, subraya Ureña.
La influenza aviar, comúnmente llamada gripe aviar, altamente patógena (subtipos H5 y H7) es una enfermedad viral de carácter altamente contagioso, que afecta a la mayoría de las especies de aves y puede provocar una elevada mortalidad en menos de 24 horas en explotaciones comerciales. Su impacto puede ser determinante en la producción y comercialización de aves y productos avícolas, por lo que la normativa europea exige su erradicación inmediata en caso de detectarse.
En los últimos días se han detectado grullas comunes muertas en humedales de la Comunidad, como la Laguna de Gallocanta, el entorno de Calatayud y el embalse de Maidevera o en Aranda de Moncayo entre otros lugares de Aragón. Los primeros análisis realizados en estos ejemplares han resultado positivos en influenza aviar.
Entre las medidas adoptadas por el Gobierno de Aragón, que estarán vigentes hasta el 28 de febrero de 2026, destacan la prohibición de criar aves de corral al aire libre, salvo autorización expresa de las Unidades Provinciales de Recursos Ganaderos y Seguridad Alimentaria. Estas podrán permitirlo solo si se instalan medidas físicas (como telas pajareras) que impidan el contacto con aves silvestres.
Además, queda prohibido el uso de patos, gansos u otras aves de los órdenes Anseriformes y Charadriformes como señuelos; la cría conjunta de patos o gansos con otras especies de corral; y dar agua a las aves de corral procedente de depósitos accesibles a aves silvestres, salvo que se garantice su tratamiento para eliminar el virus.
Estas medidas se irán "ajustando" en función de la evolución de la enfermedad, ha avanzado este martes el consejero de Agricultura, Javier Rincón. "Lo principal es intentar que esta enfermedad no llegue a ninguna granja, lo que requiere extremar todas las medidas de control. Tenemos un sector ganadero muy profesional y muy responsable y confiamos plenamente en ellos", ha apuntado.
