Emprender es sin duda una decisión valiente, de riesgo y para la que no todo el mundo está listo. Pero, todavía más difícil es conseguir que tu negocio sea referente y sobreviva en el tiempo, ante crisis y cambios. Por ello, empresarios como el aragonés Carlos Pascual son grandes ejemplos de éxito y espejos en los que los más jóvenes o aquellos que empiezan en este ámbito pueden mirarse.
Carlos Pascual, natural de Huérmeda, una pedanía de Calatayud, es el fundador y presidente del Grupo Integra, una consultora tecnológica nacida en 1986 y una de las más importantes del país. Con una considerable experiencia y trayectoria a sus espaldas, el empresario ha sido el protagonista de una nueva sesión de ‘Charradas Zebra’ en el espacio Ibercaja Xplora.
La cita, presentada por Sergio y Ulises, con el objetivo de conocer a los empresarios de la zona de una forma más amable y cercana, ha generado muchas expectativas. Así pues, en este espacio repleto de interesados en escuchar a Pascual, este ha narrado cómo desde sus orígenes humildes logró montar su propia empresa hasta el punto de contar con un grupo de más de 1.000 personas.
Emocionado, como él mismo ha confesado estar, ha lanzado su primer consejo nada más empezar la charla. “No hay que tener miedo. Jamás. Pero si alguien no duda en el emprendimiento, no es de fiar”, reflexionaba.
Carlos Pascual, orgulloso de su origen en el pequeño pueblo de Huérmeda, recordaba cómo a los 16 años quería ser policía secreto. “No me dejaban mis padres”, decía entre risas. Así pues, se remontaba a un momento específico en el que cambió su visión de absolutamente todo.
“Había aprobado las oposiciones para la banca, pero iba a ser profesor. Fui de visita a Madrid para conocer cómo era un banco por dentro. Antes de renunciar a algo, quería saber cómo era”, explicaba. Aquel día, al preguntar por unas obras, le contaron que iban a montar una sala con ordenadores y computadoras. Algo disruptivo entonces y que se le quedó grabado.
“Pensé que teníamos un futuro muy negro”, supo. Entonces, se lo contó a Fidel Izquierdo, su mentor y un segundo padre para él. Poco a poco, vio que el mercado iba a necesitar comerciales y programadores y decidieron apostar por la informática y la formación. Dio los primeros cursos hasta que en 1986 nació lo que ahora es Integra, una empresa de formación e informática que pone en el centro a las personas.
La importancia de los referentes
En su discurso, Carlos Pascual se ha acordado reiteradamente de Fidel Izquierdo, su gran mentor y a quien hizo honor cuando constituyó la empresa, Izquierdo Informática. “Es importante tener referencias. Me acuerdo todos los días de ellas”, reconoce el presidente de la consultora.
En ese sentido, además de Fidel, hablaba de sus padres. “Me decían que tenía que tener una ambición sana. Ambición y humildad, porque en esta vida nadie te regala nada”, explicaba.
Ahora, es él quien da esos consejos o quien sirve de referente para otros. Desde esa posición, destaca que “antes de ser buenos directivos hay que ser buenos socios”. Una frase que le repetía a sus hijos, quienes forman parte también de la empresa.
Sobre esto, Pascual ponía énfasis en que muchas empresas mueren en el intercambio generacional. Dada esta observación, el fundador tuvo claro que necesitaba un equipo grande del que rodearse y de ahí el valor de ser buen socio. “Hay que querer la empresa como a un hermano más. La familia está para servir a la empresa. No al revés”, sumaba.
No obstante, Carlos Pascual también reconocía que él aprende a desaprender para no apalancarse porque los tiempos cambian constantemente.
Además, el empresario contaba ante el público algunas intimidades, como que no tiene despacho y que solo usa la sala de reuniones, así como que sus paseos son el momento de mayor reflexión y “responsabilidad”.