Zaragoza
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Jaime Bastón es un zaragozano de tan solo 21 años, emprendedor, atrevido y un gran ejemplo de esfuerzo y superación. Desde hace tres años se gana la vida gracias a su negocio de artesanía en Zaragoza, donde crea y vende todo tipo de piezas únicas: tazas, platos, jarras, floreros, accesorios…

En la calle Alfonso X El Sabio, 6, se encuentra Artesanía Renacer, una tienda-taller muy acogedor, donde se respira pureza, bondad y arte. Sin duda, el rincón favorito de Jaime.

Durante el confinamiento de 2020 por la covid-19, buscando un entretenimiento, Jaime comenzó a hacer figuras con arcilla. A esos platos les iba añadiendo detalles como flores o la silueta de la Virgen del Pilar. Encontró su pasión y poco a poco, haciendo varios cursos, en 2022 abrió su negocio.

Así pues, cumplió los 18 años el 29 de diciembre de 2021 y el 1 de enero de 2022 se dio de alta como autónomo. Ahí comenzó la aventura de Artesanía Renacer de la mano de Jaime, que dio con una salida profesional que le gustaba.

De esa nueva vida viene el nombre de su tienda. “Fue un renacer, empezar algo nuevo”, describe Jaime. “La pandemia fue el momento de reflexión, fue encontrar un camino. El renacer de una persona que ahora está triunfando”, añaden sus padres orgullosos.

Artesanía Renacer.

Un triunfo que es obvio, ya que a este artesano, el más joven de Aragón, trabajo no le falta entre la tienda y el taller. En ella se pueden encontrar diferentes piezas con una decoración variada y personalizada: cuencos, ensaladeras, platos, tazas, jarras, pendientes, jarrones, floreros, vasos o más accesorios artesanales con flores de lavanda o detalles de sandía.

Cada producto es único y exclusivo, no hay dos iguales porque todo está hecho a mano, por Jaime, un verdadero artista que pasa todas sus mañanas preparando las los productos para poner a la venta o realizando los encargos.

Además de esa amplia gama, es posible pedir encargos. En ese sentido, Jaime explica que tiene como clientes algunos restaurantes que contactan con él para hacer partes de su vajilla. En esta Semana Santa también ha tenido otro para una cofradía de Daroca.

Zona de trabajo de Jaime.

Durante las mañanas se dedica a fabricar y producir todo, mientras que por la tarde se abre la tienda y el taller. “Lo hago todo yo, mis padres acuden por las tardes para ayudar”, confiesa el joven. No obstante, sus padres reconocen que en la familia nunca ha habido tradición por la cerámica y que ha sido Jaime quien les ha metido en el mundillo.

Por tanto, el propietario se pasa muchas horas en el establecimiento y es que el proceso de creación es largo. “Primero cojo el trozo de arcilla, paso el rodillo y lo llevo a la plancha. Allí lo aliso y cuando está listo se elige el molde que quiero hacer. Al día siguiente, cuando está seco, lo repaso antes de llevarlo al horno, donde está 9 horas (hasta a 1.000 grados de temperatura). Se pinta, se repasa con un esmalte y se vuelve a llevar por el horno”, resume el ceramista. Después de todo queda el resultado final, “más brillante y vistoso”.

Pese al trabajo que supone y la necesidad de crear siempre cosas diferentes, Jaime revela que le gusta mucho la artesanía y la arcilla y está “muy contento” de poder dedicarse a ello.

Accesorios y productos que pueden adquirirse.

Talleres

Otra de las cosas que más éxito tiene en Artesanía Renacer son sus ‘talleres ceramic’, en los que la gente reserva para poder personalizar la pieza que elijan. “No había muchos en Zaragoza y a la gente le gusta mucho. La pintan como quieren, yo la esmalto y la llevo al horno. Días después pasan a buscarla”, explica Jaime.

“Están muy a gusto, se les explica todo el proceso y la técnica de manera muy cercana y se van contentos. Las puertas están abiertas para que todo el mundo nos conozca y lo pruebe”, expresa el joven con una gran sonrisa.

Así es la zona donde se hacen los talleres.

En la descripción de este taller, la familia detalla que no se necesita ninguna habilidad para realizarlo y que para hacer de este rato un momento más especial y acogedor, te invitan a un café o un té. El precio oscila entre los 10 euros y los 35 euros, dependiendo de la pieza seleccionada.

En definitiva, es una actividad perfecta para compartir con amigos o para celebrar una ocasión determinada. Jaime y su familia se encargarán, seguro, de ofrecer el mejor trato y de que sea una experiencia inolvidable. Y es que con pasión y humildad, este joven emprendedor ha conseguido ganarse la vida con lo que le gusta, tener un hueco en el sector y aspirar a todo lo que se proponga.