Zaragoza
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Acabó el sueño del Casademont Zaragoza, pero qué bonito haberlo vivido. El equipo aragonés no ha podido vencer al Valencia Basket en el segundo encuentro de la final por la Liga para forzar el desempate y se despide así del título, que se llevan las taronja (63-71). Lo han intentado las de Carlos Cantero hasta el final con el apoyo incansable de un Príncipe Felipe lleno hasta la bandera, pero las visitantes con múltiples estrellas en su plantilla, han roto la igualdad en el tercer cuarto y han terminado superando a las aragonesas. Eso sí, Zaragoza hace tiempo que ganó mucho más que un título de baloncesto.

Tras caer 75-65 en el primer partido de la final en La Fonteta, donde el Casademont Zaragoza se quedó cerca de la remontada, este domingo llegaba el día más esperado de la temporada para la Marea Roja. Disputar una final por la Liga es algo inédito e histórico y por eso, el pabellón Príncipe Felipe se ponía sus mejores galas. Zaragoza se volcaba para llevar en volandas a las rojillas y en las gradas no cabía un alfiler. Las taquillas colgaban el “no hay entradas”.

El Casademont Zaragoza estaba obligado a ganar para forzar el tercer partido de la serie y el equipo no estaba solo. Desde el recibimiento hasta las presentaciones, los aficionados rojillos jugaban un papel fundamental en el duelo. Aplaudidores rojos, pancartas, animación… y pelos de punta con el ambiente.

Pero, por supuesto, lo importante había que demostrarlo en la pista. Con Mariona Ortiz, Helena Pueyo, Mawuli, Ellen Nystrom y Merrit Hempe comenzaba este segundo encuentro de la final el equipo de Carlos Cantero.

El impulso del Príncipe Felipe daba los primeros puntos a las locales, ambos para el casillero de Helena Pueyo. Fingall recortaba al inicio, pero el Casademont Zaragoza salía enchufado, serio en ataque y sobre todo, en defensa. Con otras dos canastas de Mariona, las de Cantero ponían la ventaja 8-2.

Salvo Alexander, que conseguía un 2+1 y otra canasta bajo el aro (10-7), no estaban del todo finas las de Rubén Burgos con sucesivas imprecisiones a las que no acostumbran. Las zaragozanas trataban de aprovecharlo gracias a buenas canastas en juego de Nystrom y Atkinson (que volvía a la pista tras su lesión) que respondían a las de Fiebich y Raquel Carrera (14-11).

Sin embargo, la rotación se notaba en la puesta en escena del Casademont Zaragoza y las taronja se acercaban a uno en el marcador. Aun así, el final del primer cuarto dejaba buen sabor de boca con el +2 de Mané (que podía haber sido un 2+1) y dos potentes defensas. El resultado era 16-13.