Zaragoza
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El último pleno del año celebrado en el Ayuntamiento de Zaragoza ha dado carpetazo a varios asuntos que llevaban meses, o incluso años, "coleando". Se trata, en su mayoría, de cicatrices urbanas que el Gobierno municipal quiere eliminar, con Víctor Serrano a la cabeza de Urbanismo.

Para la primera de ellas, el pleno ha aprobado -con los votos de PP y Vox- la propuesta de convenio urbanístico para construir 160 viviendas en los terrenos en los que, hasta hace unos meses, se encontraba el antiguo colegio Jesús y María.

El proyecto, que se llevará a cabo en el distrito Centro, contará -además de con vivienda libre- con una zona verde pública y peatonal que atravesará el centro del terreno, en el que también se levantará un equipamiento para los vecinos (cuya obra deberá ejecutar el Ayuntamiento). De los 6 millones de euros de compensación que ingresará el Consistorio por esta actuación, 3,5 millones serán en metálico y otros 2,5 millones se satisfacen con dos parcelas vacías para ampliar zonas verdes y hacer vivienda pública de alquiler en Las Fuentes.

Se da así un convenio "responsable" que busca "cerrar una cicatriz urbana que empobrece la vida de los vecinos y poner fin al problema de la vivienda que enfrenta Zaragoza", ha asegurado el concejal de Urbanismo, Víctor Serrano.

Sobre Aceralia - a cuya modificación aislada 213 del PGOU se ha dado luz verde- Serrano ha explicado que se trata "del principal problema para los vecinos del Picarral" y que "se desatasca así una afección histórica". En estos terrenos se pretende crear 850 nuevas viviendas, 50 de ellas VPO y otras 77 que recaerán en el Ayuntamiento.

Se edificarán en un ámbito con 12.000 metros cuadrados de equipamiento público y 28.000 metros cuadrados de zonas verdes en un suelo cuyos propietarios están Saica, la Sareb y Prames.

El concejal de ZEC, Suso Domínguez, ha aplaudido que se reduzca la edificabilidad y que la parte residencial recaiga en la Sareb, "que es una entidad pública". Eso sí, ha recordado que se trata de unos terrenos que son "más amplios que el parque de El Tío Jorge" y que hay muchas carencias en el proyecto, como que solo la "pequeña" parte de la vivienda construida es protegida.

De la vivienda que se levantará en los terrenos del Jesús y María no ha sido tan positivo, y ha asegurado que es un claro ejemplo "del urbanismo a la carta que practica el Gobierno de Chueca".

"Curas como si fuera un cirujano"

"Nos traen aquí curas de cicatrices como si fuera un cirujano y parece usted más bien Frankenstein. No tiene en cuenta el interés general de los vecinos y convierten en residencial un suelo educativo para que una constructora construya 160 viviendas de lujo", ha acusado a Serrano.

Quien sí ha estado de acuerdo con estos expedientes ha sido el grupo de Vox, que tras sopesarlo esta última semana ha cambiado su abstención por su voto a favor. Tal y como lo ha justificado Armando Martínez, el cambio de opinión se debe a que "se trata de operaciones urbanísticas en cicatrices que eran un nido de raras". "Urge favorecer que las promotoras puedan construir la mayor vivienda posible", ha señalado el concejal.

Ha defendido la construcción de vivienda, tanto pública como libre, defendiendo "que las promotoras cobren unos 400.000 euros por piso, ya que si uno echa cuenta de los impuestos a los que hacen frente el precio se encarece". Insistiendo, además, que de esa suma "entre 100.000 y 150.000 son mandanga".

La concejal del grupo socialista, Ros Cihuelo, ha criticado el convenio de Jesús y María, asegurando que representa "lo contrario" a lo practicado en Aceralia "que cuenta con el voto favorable de todos los vecinos". A diferencia de los suelos del antiguo colegio, "donde los vecinos no están contentos porque se construirán viviendas de lujo y solo satisface a la promotora".

Durante su intervención, ha animado a Serrano "que coja por los cuernos" el Teatro Fleta, dado el interés en que eliminar cicatrices urbanas. "Ningún Gobierno ha sido capaz de sacarlo adelante, a pesar de que el Gobierno de Marcelino Iglesias puso 20 millones para ello".

Sobre esto, Serrano le ha recordado que los suelos pertenecen al Gobierno de Aragón y que ni el PSOE en sus 8 años de mandato "ha podido solucionarlo". Le ha pedido, también, que su grupo trate a los zaragozanos y a los aragoneses "como al resto" y que ceda suelo del Estado para viviendas.

Los suelos de Pikolín

El Ayuntamiento de Zaragoza ha aprobado -con los votos a favor del PP y Vox, la abstención del PSOE y la negativa de Zaragoza en Común- la modificación del Plan General de Ordenación Urbana para cambiar la regularización de las zonas H (suelos industriales) armonizándolas con las A-6. Esto, tal y como lo ha expuesto el concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, permitirá la ampliación puntual de los usos comerciales.

Se trata de una medida que, según lo ha defendido el edil, busca "evitar volver a repetir errores del pasado", como lo sucedido con los suelos de Pikolín (que acumula varias sentencias contrarias a la legalidad del proyecto). La idea ahora es, así, "desatascar" suelos "infradotados" de una vez por todas.

Algo en lo que los populares coinciden con el grupo municipal de Vox. "Hay que superar un bloqueo y hay que dar una solución", ha afirmado el concejal Armando Martínez, insistiendo en que "la situación final no puede ser el cierre del comercio y que las personas se vayan a la calle".

Lo ha expuesto así tras las declaraciones de Suso Domínguez (ZEC), quien ha dejado clara su postura contraria a la modificación. "¿Qué otras zonas H, a parte de los terrenos de Pikolín, tienen las características que se imponen, como tienen que ser mayores a 50.000 metros cuadrados?", ha acusado el concejal, asegurando que únicamente "se ponen grandes prejuicios al pequeño comercio".

"Por principio de prudencia" se ha abstenido el grupo socialista. La edil Ros Cihuelo (quien sustituye ahora a Horacio Royo en el área de Urbanismo) ha expuesto que "no todas las zonas H pueden pasar a A6".

Unas declaraciones que han sorprendido a Serrano, quién le ha acusado de "romper una trayectoria socialista de 11 años" con respecto a los planes en Pikolín. Asimismo ha insistido en que no solo se aplicará en estos suelos, sino que "todas las zonas que cumplan con las prescripciones de la modificación tendrán derecho a este cambio".