Zaragoza
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En las ciudades, lo que más llama la atención siempre son sus edificios. Nadie ni nada es ajeno al paso del tiempo. Menos aún las infraestructuras, y sobre todo si detrás no hay un gran esfuerzo por mantenerlos conservados. Eso es, más o menos, lo que viene sucediendo a todo el entorno de la Expo 2008.

Han pasado 17 años de aquella gloriosa época en la que la capital de Aragón brilló como nunca. Un esplendor que desde el Ayuntamiento de Zaragoza quieren volver a recuperar. De hecho, ya se han puesto las pilas para revivir algunas zonas del parque del Agua, como las playas o el canal de Aguas Bravas.

Pero todavía quedan muchos focos en el aire y el tiempo no espera para nadie. Aunque no todo está bajo la responsabilidad del Consistorio. El pabellón de España, por ejemplo, es propiedad del Ejecutivo central.

Este edificio, que lleva 17 años "abandonado", presenta nuevamente desperfectos en sus columnas, lo que demuestra "una grave falta de conservación". Así lo denuncian desde la asociación de Legado Expo Zaragoza, y añaden que el edificio -desde su último uso en la Exposición Internacional Zaragoza 2008- ha quedado relegado a ser "un inmenso trastero de objetos y enseres de cosas de la Delegación del Gobierno en Aragón".

En unas imágenes difundidas a través de las redes sociales de la asociación, se observa como parte de las columnas aparece desprendida en el suelo. Las fotografías, según ha podido confirmar este diario, son del pasado mes de junio. "Lo del pabellón de España 17 años después es para pedir explicaciones", se lee en el texto de la publicación.

No es la primera vez que las cerámicas que recubren los pilares de este edificio presentan problemas. De hecho, la sujeción de las cerámicas superiores ya fue objeto de debate en 2012, que acabó con su retirada en 2013 con un gasto total de 80.000 euros para el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas.

Desde entonces, el Ayuntamiento vino requiriendo a la propiedad del edificio para que realizara obras de conservación en el columnario, así como en el estanque y la cubierta. Sobre todo, teniendo en cuenta que el Pabellón es Bien de Interés Cultural (BIC), declarado por parte del Gobierno de Aragón, a través del Decreto 107/2014, de 29 de junio, lo que intensificaba los deberes de conservación.

Reparaciones y cesión

Fue en 2016 cuando el Gobierno de España destinó un millón y medio de euros para su reparación. En 2019, el Gobierno de Aragón dio un primer paso para intentar rescatar el Pabellón de España, que costó en su día más de 30 millones de euros, de su prolongado abandono. La DGA solicitó a la Dirección General de Patrimonio del Ministerio de Hacienda la cesión gratuita durante 25 años, prorrogables por periodos de 5, con el objetivo de instalar allí un centro de formación digital no reglada y ubicar la sede de Aragonesa de Servicios Telemáticos (AST).

En 2025, el Gobierno de Aragón ha vuelto a mover ficha solicitando al Estado la cesión a coste cero del Pabellón de España para convertirlo en uno de los instrumentos principales del campus digital de Formación Profesional. La transferencia, cuando sea oficial, permitirá acometer la adaptación del edificio para su uso educativo, una intervención todavía sin cuantificar y que aspira a contar con financiación europea.

La solicitud formal llega once meses después de que, en noviembre de 2018, Aragón y el Estado acordaran la cesión en una comisión bilateral. El requisito era presentar la petición oficial; un trámite que ahora, por fin, se completa pese a que el Gobierno central continúa en funciones, lo que podría demorar la resolución.

Canal de Aguas Bravas

El Ayuntamiento de Zaragoza, por su parte, sigue dando pasos para convertir el canal de Aguas Bravas en un centro deportivo 'top'. Además de los trabajos de limpieza de lodo, que se encargaron finalmente a la empresa Aquara-SAU por 47.404,17 euros (IVA incluido), el Consistorio ha encargado ahora la sustitución de las rejas que protegen las cinco bombas de la balsa inferior.

Estos elementos serán fabricados por el Servicio de Talleres y Brigadas. Es decir, que únicamente se contempla el cambio de los materiales.

El presupuesto del contrato asciende a un valor estimado de 18.148,79 euros (IVA incluido). El plazo de ejecución será de quince días naturales, realizándose el suministro en las naves municipales de Cogullada.

Esta operación busca poner fin a una de las concesiones más ruinosas de la Expo, que contó en su día con una inversión cercana a 6 millones de euros. Y, es que, pese a las altas expectativas que había en el proyecto, no acabó de triunfar.

Entre 2009 y 2027 todo funcionó con normalidad, gracias a las diversas limpiezas y vaciados que se llevaron a cabo en la balsa. Pero, cuando las instalaciones quedaron en desuso, todo cambió.

En gran parte porque la balsa inferior, desde que se abrieron las puertas de las instalaciones, perdía agua. Un problema que obligaba a aumentar el bombeo y que encarecía los costes de luz a niveles desproporcionados.