Ya es oficial. El contrato más importante de autobús urbano de España ya ha visto, al fin, la luz. Lo hace con un presupuesto base de licitación de 1.188.886.054 euros para los próximos 10 años, aunque podría prolongarse otros 5 más.
En el caso del primer ejercicio (que será el 2027) el presupuesto se ha fijado ya en 100.025.616 euros. Eso sí, no será fijo y cada año el pago irá a más. Además, las ofertas que se presenten podrían modificar estas cantidades a la baja.
Así lo ha anunciado la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, esta mañana junto a la concejala de Movilidad, Tatiana Gaudes, tras una reunión extraordinaria del Gobierno para firmar los pliegos que regirán la futura concesión.
La regidora ha confirmado que el contrato nace con 14% de kilómetros previstos, tendrá un crecimiento de 15 millones de kilómetros. Es decir, se realizarán un total de 22,8 millones de kilómetros anuales.
Pero no solo eso. Además del recorrido cerrado, los pliegos plantean un margen de crecimiento de hasta 15 millones de kilómetros en los próximos 10 años. Una ampliación que, tal y como lo ha expresado la alcaldesa, "permitirá al Gobierno adelantarse a la previsión de crecimiento y expansión de la ciudad de cara al futuro".
Nuevas líneas
El megacontrato del bus en Zaragoza ha tenido "un amplio proceso de participación" que ha pasado por todas las Juntas de Distrito de la ciudad. Ello ha permitido incorporar "decenas de mejoras y modificaciones aportadas por los vecinos en múltiples reuniones", ha señalado Chueca.
Entre otras cosas, los cambios en las líneas (como los de la 54, la 38 o la 57) o la creación de otras nuevas (como las circulares exprés Ci3 y Ci4). También, fruto de este proceso, se introdujeron mejoras de frecuencia o una mayor cantidad de vehículos en la mayoría de líneas. Ejemplo de ello son las circulares 1 y 2 o los buses 21, 22, 23, 25 y 35.
Otro de los cambios del contrato será el modelo de retribución al concesionario. Hasta ahora se pagaba únicamente por el recorrido, mientras que el pliego actual tendrá en cuenta también la oferta.
Sobre esto, además, el Ayuntamiento será mucho más exigente a la hora de penalizar a la concesionaria "si el servicio no se presta en buenas condiciones".
Electrificación de la flota
Entre las mejoras que incluye el pliego, además de conservar la mejora territorial y mejorar el servicio en determinadas zonas de la ciudad, debe destacar la apuesta decidida por la transición energética hacia una red de autobuses cero emisiones: en el año 2036 todos los vehículos de la flota deberán ser “Cero Emisiones”, hasta alcanzar un número de 368 vehículos, que renovarán como máximo cada 16 años.
Además, se destacan la mejora de la velocidad comercial y la regularidad de paso; la eliminación de solapamientos y el fomento del transbordo gratuito; la mejora en la accesibilidad en paradas y en la información a los usuarios.
Dentro de la estrategia de transformación digital del transporte público, el nuevo contrato incorporará un sistema de pago con títulos virtualizados, utilizando los sistemas MIFARE 2GO o MIFARE 4MOBILE (medios de pago sin contacto).
Para ello, deberá permitir la virtualización de todos los abonos y títulos de transporte, facilitando su uso a través de dispositivos móviles y reduciendo la dependencia de soportes físicos. Esta medida mejorará la comodidad del usuario, la rapidez en el acceso a los vehículos y la interoperabilidad con otros sistemas de transporte urbano y metropolitano.
Asimismo se implementará un sistema ABT (Account-Based Ticketing) para el pago del transporte público, que permitirá la integración y el uso de los títulos de transporte de Zaragoza en otras ciudades y/o países que dispongan de ABT.
Más novedades
El contrato también introduce modificaciones en el servicio para personas de movilidad reducida, los autobuses PMRS. El contrato prevé la facturación de este servicio al Ayuntamiento y el concesionario deberá incorporar un sistema de gestión de transporte a demanda, de modo que los usuarios soliciten el servicio con, al menos, 24 horas de antelación, creando así una aplicación específica.
Una importante novedad en el ámbito de la gestión será el servicio a demanda para grandes hospitales. Se tratará de un servicio “puerta a puerta” que facilitará la movilidad asistencial, pudiendo afectar el acceso a estos centros sanitarios a los usuarios que lo soliciten, bien porque concurran hacia el hospital o hacia algún punto de tránsito. Este servicio, con hasta 200.000 kilómetros anuales, estará centrado en los hospitales Nuestra Señora de Gracia (Provincial), Royo Villanova, Miguel Servet, Clínico, Hospital Militar y Quirón Gómez Laguna. Se estima que podría atender a 400.000 usuarios anuales.
El contrato contempla el acondicionamiento de la totalidad de las paradas de la red para garantizar una correcta accesibilidad. Las actuaciones previstas incluyen la instalación de pavimento podotáctil direccional, conforme a la normativa vigente de accesibilidad universal, así como la ejecución de plataformas de aproximación, en las paradas que lo requieran, que faciliten el acceso y descenso de los viajeros, especialmente de las personas con movilidad reducida severa (PMRS).
También destaca en este contrato la digitalización de la información al usuario mediante la instalación de postes inteligentes y pantallas informativas en todas las marquesinas, garantizando así una comunicación más accesible y en tiempo real sobre los servicios.
Plazos
Una vez publicados los pliegos, los licitadores tendrán un plazo de 60 días naturales para presentar ofertas. A partir de ese momento, habrá que realizar todo el procedimiento habitual en este tipo de adjudicaciones, un proceso cuya duración es difícil estimar pero que llevará varios meses hasta la adjudicación definitiva.
Es importante destacar que los pliegos, además de matizar la transferencia de riesgo operacional a la empresa adjudicataria (deberá prestar especial atención en la calidad prestada e implicarse en el uso de este medio de transporte, mejorando los usos), incluyen la asunción del llamado “riesgo tecnológico”. Esto implica tener que asumir mejoras técnicas que pudieran surgir y ser susceptibles de incorporación a lo largo de los años de duración del contrato.
