Dentro de 15 años, Zaragoza vivirá un evento trascendental. El lunes 2 de enero de 2040 se cumplirán, según la tradición religiosa, 2.000 años de la aparición de la Virgen María al apóstol Santiago en Caesaraugusta (que por aquel entonces era la capital de Aragón).
Lo hizo sobre una columna que todavía se conserva en la Basílica del Pilar, motivo por el que la Archidiócesis de Zaragoza ha organizado varios actos encaminados a la conmemoración de este bimilenario. Un largo camino de trabajo y retoques en la obra más imponente de Aragón, que ya dio sus primeros en enero con las obras en las torres de Santiago y Nuestra Señora del Pilar.
Pero ha sido este viernes cuando la Archidiócesis de Zaragoza ha convocado un acto institucional de presentación del proyecto 'Pilar 2040'. Este está impulsado y organizado por el Cabildo Metropolitano de Zaragoza, y marcará el inicio del camino hacia la conmemoración del Bimilenario de la Venida de la Virgen del Pilar a Zaragoza.
El plan director
El Deán del cabildo metropolitano de Zaragoza, Juan Sebastián Teruel Pérez, ha concretado que ese camino a seguir pasa por la creación de un centro de acogida de peregrinos en el 2028. "Podrá ser una iniciativa feliz y necesaria, no solo para dar información al peregrino y al visitante, sino para ayudarle a realizar una verdadera inmersión transformadora en la devoción mariana y pilarista", ha declarado.
Ha señalado que la Basílica del Pilar afronta un nuevo proceso de restauración y mejora que, siguiendo la línea de anteriores intervenciones, busca garantizar la conservación de su patrimonio arquitectónico, artístico y cultural. Para ello, ha anunciado que se está diseñando un plan director que usará tecnología digital y abarcará el conjunto de la fábrica del templo: "Desde la arquitectura y la decoración hasta las capillas, criptas, bienes muebles y joyas".
Uno de los elementos que, según el Deán, requiere atención "urgente" son las pinturas de las cúpulas y bóvedas, un destacado programa pictórico del siglo XVIII que convierte la Santa Capilla en una auténtica pinacoteca religiosa dedicada a María Reina. La intervención no se limitará a los aspectos constructivos, sino que también abordará la modernización de instalaciones, con el fin de mejorar la funcionalidad, la accesibilidad, la seguridad y la eficiencia energética del edificio.
El plan incluye asimismo la puesta en valor de los archivos y bibliotecas capitulares, ricos en fondos documentales y bibliográficos, para impulsar su estudio y promover la colaboración con el ámbito académico a través de congresos, exposiciones y actividades culturales. La música y el canto, con el esplendor del órgano y las voces de los infantes, "seguirán ocupando un papel central en la vida litúrgica y artística del templo", ha declarado.
Un legado que "debemos" mantener
La restauración de las torres representa el punto de partida más visible del proyecto. Una de ellas, la del Pilar, ya ha sido finalizada, mientras que la de Santiago avanza a buen ritmo, junto con la rehabilitación de la capilla de San Joaquín. "Hemos recibido un legado que debemos mantener, conservar y mejorar", ha afirmado.
Este largo camino, y tal como lo ha anunciado el arzobispo de Zaragoza, Carlos Escribano, no se puede comenzar "solo con buenas intenciones". Será necesario e imprescindible la colaboración de las Instituciones, las empresas y entidades culturales para acometer el resto de trabajos que hagan deslumbrar la joya aragonesa en este evento de fe.
"El Pilar es un símbolo universal de cultura y cohesión social, un emblema de la unidad y el diálogo que nos une a todos", ha expresado Escribano. Asimismo, ha explicado que 'Pilar 2040' es un compromiso "con Europa y el mundo entero" y un evento en la que Zaragoza se posicionará como "el faro de la cultura y la espiritualidad".
En el acto, el presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, y la alcaldesa de la ciudad, Natalia Chueca, han tendido la mano a la Archidiócesis en nombre de las dos instituciones. El Ejecutivo aragonés ha asegurado que va a estar "especialmente implicado" en esta celebración, sobre todo porque "el Pilar es, año tras año, una expresión creciente de aragonesidad".
La regidora, por su parte, ha expresado que la celebración es "una oportunidad única para hacer ciudad y atraer las miradas de todo el mundo hacia Zaragoza". También ha declarado que con la colaboración "de todos" conseguirán que esta efeméride esté "a la altura que la virgen se merece".
