Alrededor de 200 personas se han congregado este miércoles en la Zona Joven de Valdefierro para protestar ante el cierre de 7 de ellas en septiembre. Una convocatoria en la que jóvenes, trabajadores y distintos colectivos y asociaciones vecinales han unido sus voces en defensa de lo que consideran "su hogar" y el espacio "donde sentirse libres".
La "vergonzosa" noticia se dio a conocer el pasado 1 de agosto por la concejala de Políticas Sociales, Marián Orós, y la concejal de Juventud, Ruth Bravo, cuando presentaron la nueva estrategia municipal para estos espacios. Un plan que, según explicaron, busca impulsar un nuevo modelo de políticas de juventud siguiendo la Estrategia Joven 2030 aprobada en el anterior mandato.
Un nuevo modelo
El objetivo, tal y como lo expusieron, es fomentar la participación de los jóvenes y ofrecerles una programación "atractiva, acorde con sus inquietudes y las necesidades del siglo XXI". Y, con este propósito, se rediseñarán las actividades con un cambio en la organización del trabajo y en la ubicación, para "poder adaptarse a este nuevo modelo y reprogramar las actividades municipales".
En ese nuevo esbozo, hay siete Casas de Juventud (como antiguamente se conocían) que no volverán a abrir sus puertas para redirigir esos recursos a los centros de La Azucarera y El Túnel. "Estas son las de Arrabal, Parque Goya, La Jota y Santa Isabel, Casablanca y Miralbueno. Es decir, siete barrios y sus jóvenes que se quedarán sin sus espacios donde sentirse libres y donde son atendidos", han denunciado este miércoles los portavoces de SOS Zonas Jóvenes.
Durante la concentración, celebrada a las puertas de uno de los centros afectados (Valdefierro), todos los perjudicados por este nuevo modelo han tenido unos minutos para expresar su postura. Uno a uno han cogido el micrófono para contar "cómo fue la primera vez que entraron en el centro y cómo han cambiado sus vidas desde entonces".
Ninguno de ellos, de los usuarios del centro de Valdefierro y de otros, se ha olvidado de introducir en sus discursos unas palabras de agradecimiento a Violeta, Samuel y Marisa trabajadores de la Zona Joven "por su gran labor y por haber conseguido hacer sentir mucho mejor a los que lo han necesitado".
"Desconcierto"
Tampoco han faltado, durante la tarde de hoy, las lágrimas ni las palabras de "desconcierto" y "dolor" ante una decisión en la que "no se ha contado, en absoluto, con los jóvenes". Incluso aquellos, como Francesca, que vienen de otros países y "todavía no dominan el idioma" han agradecido el "haber llegado a Zaragoza y tener un sitio en el que sentirse seguros y acogidos".
Han insistido en que, desde las Instituciones, "no se informó de nada" y han acusado al Ayuntamiento -y más directamente a la alcaldesa Natalia Chueca- de"aprovechar las vacaciones de verano para anunciarlo". Unas declaraciones que han sido coreadas por todos los presentes, que han llegado incluso a pedir la dimisión de la regidora.
"No se nos ha escuchado, ni hace un año ni ahora", reclama Nico, quien asegura que tampoco se ha tenido en cuenta a todos los jóvenes de la ciudad: "Hay personas que no pueden permitirse desplazarse desde su barrio hasta el Túnel o La Azucarera", denuncia.
Pero, aunque suene a despedida, los jóvenes, los trabajadores y los vecinos que este miércoles se han acercado a Valdefierro han asegurado que "esto solo es la chispa de lo que está por venir". Alguno, incluso, ha sido más claro y ha confirmado que "habrá más movilizaciones y estas se anunciarán pronto".
Y, tras ello, ha empezado la música. Así han expuesto algunos de los usuarios, amantes de la danza, que estos cierres "les dejan sin un espacio en el que poder expresar su arte". Y, así, demostrando esto y todo lo que han aprendido durante estos años, los jóvenes de Zaragoza han asegurado que ni son "guetos" ni tampoco "invisibles".
