Eran poco más de las tres de la madrugada cuando un vecino del número 35 de la calle Oviedo, en el barrio zaragozano de Torrero, se ha despertado sobresaltado por un ruido inesperado. "He abierto la ventana y enseguida he visto el fuego", cuenta todavía con nerviosismo. Su rápida reacción ha sido decisiva para alertar al resto del edificio. De hecho, varios residentes han querido agradecerle su gesto: "Si no fuera por él, no sé qué habría sido de nosotros", comenta uno de los vecinos.
El incendio se declaró sobre las 3:40 horas en un piso de la quinta planta, lo que obligó a una rápida intervención de los Bomberos de Zaragoza. Las llamas se propagaron con gran rapidez por el rellano, dejando varias viviendas totalmente inhabitables.
Los equipos de emergencia confinaron dos plantas y evacuaron al resto de los vecinos, que pasaron la noche en la calle mientras se desarrollaban las labores de extinción. Aunque la mayoría de los residentes resultó ilesa, una persona tuvo que ser atendida por los servicios sanitarios debido a quemaduras leves y síntomas de inhalación de humo.
Por el momento, se desconocen las causas por las que se originó el incendio, aunque ya se está trabajando para esclarecer lo sucedido. Sin embargo, varios vecinos apuntan que el incendio podría haber sido provocado por una vecina de la quinta planta: "Esto se veía venir".
Una residente, que prefiere mantener el anonimato, describe un ambiente cada vez más tenso en la comunidad. "Semana sí, semana también está la policía", asegura, aludiendo a los frecuentes conflictos que se viven en el bloque. "De hecho ayer a las 19.00 estaba aquí la policía" añade.
La casa contigua que también ha resultado afectada.
Durante más de dos horas, los bomberos trabajaron sin descanso para controlar las llamas mientras los vecinos observaban impotentes desde la calle cómo el fuego devoraba parte del edificio en el que muchos han vivido durante años.
Aunque los pisos primero, segundo y tercero no sufrieron daños, el miedo y las pérdidas materiales han dejado una profunda huella en una comunidad cansada de la tensión constante. "Así no se puede seguir", sentencia una de las vecinas, que ahora solo espera poder recuperar algo de tranquilidad tras una madrugada difícil de olvidar.
El edificio, de un único propietario, está íntegramente ocupado en régimen de alquiler. Los vecinos afectados, ya se han puesto en contacto con las propietarias, sin embargo denuncian que estas "no les han ofrecido ninguna solución". "No sabemos qué va a ser de nosotros, ni dónde vamos a ir" sentencia una de las vecinas afectadas.
En este sentido, los vecinos consideran que la primera, segunda y tercera planta podrán regresar sin problema a sus viviendas. Pero, la quinta planta ha quedado inhabitable y habrá que evaluar los daños para conocer el estado del edificio.
