Vox ha tomado la decisión de prescindir de los servicios de Marcos Francoy, el asesor en Aragón que lanzó mensajes fascistas y racistas a través de la red social X (antes Twitter).
La formación ha anunciado esta medida en un comunicado después de que el presidente de Aragón y líder del PP regional, Jorge Azcón, amenazara con romper relaciones si continuaba relacionado con Vox.
Desde Vox sostienen que Francoy “no es un cargo electo” y que estos comentarios en redes sociales “en ningún momento han representado ni representan el posicionamiento del grupo parlamentario”.
“Vox demuestra actuar en base a sus principios y convicciones”, finaliza el comunicado.
Horas después, Vox ha ampliado su comunicando respondiendo a la amenaza de Jorge Azcón, diciendo que serán ellos quienes no van a sentarse a negociar "ningún acuerdo presupuestario" con el PP para 2026. "El Partido Popular tendrá que negociarlos con quien esté dispuesto a aceptar órdagos oportunistas y mezquinos", exponen.
La formación de Abascal sugiere que, en caso de que el PP quiera llegar a un futuro acuerdo de investidura, exigirá tener voz y voto en la contratación de "todo el personal eventual que forme parte de las consejerías dirigidas por el Partido Popular".
Francoy ha borrado su perfil en X, donde hablaba, por ejemplo de "el reemplazo étnico al que nos someten" y proponía "remigrar a todos los no españoles de sangre y promover políticas que permitan la natalidad de los españoles autóctonos".
En sus redes también aparecían retuits a imágenes del 'Día de la raza' con el saludo nazi o críticas "a la grotesca influencia de la sinagoga de satanás entre los profesionales médicos". En uno de esos polémicos mensajes, al secretario de Organización oscense llegaban a decirle que le quedaban cuatro telediarios en Vox y que en Falange tendría un hueco, a lo que contestaba con un 'Gracias'.
El PP llama a la responsabilidad
Ante ello, desde el PP han respondido con otro comunicado en el que lamentan esta reflexión "irreflexiva e impulsiva", cuestionan que anuncien esta negativa llegue después de haber cesado al asesor, la condición de los populares para mantener las relaciones institucionales.
"Resulta lamentable que un grupo parlamentario pretenda condicionar una negociación presupuestaria para defender la posición de un asesor que ha mostrado en redes sociales una ideología incompatible con la democracia", sostienen desde el PP, haciendo una llamada a hacer "política desde la responsabilidad".
