Zaragoza
Publicada

Pedrola ha sido uno de los municipios zaragozanos más afectados por el violento temporal que ha azotado Aragón durante este fin de semana. Una tormenta que comenzó sobre las nueve de la noche del pasado viernes y que, "en apenas diez minutos", descargó cerca de 100 litros por metro cuadrado.

Así lo asegura a este diario la alcaldesa, Manuela Berges, quien asegura que fue "un episodio extremadamente breve pero intensísimo". Al recordar lo sucedido, explica que la alerta roja "llegó a los móviles al mismo tiempo que ya estaba cayendo con toda su fuerza”.

Las lluvias, que sorprendieron a los vecinos, causaron "numerosos daños" tanto en propiedades privadas como en infraestructuras municipales. “No hay ninguna infraestructura preparada para soportar esa cantidad de agua en tan poco tiempo”, subraya Berges.

Daños

La violencia de la tormenta provocó inundaciones en garajes, bajos comerciales, viviendas particulares y edificios municipales. Y, en el caso de estos últimos, la regidora asegura que varios servicios quedaron inutilizados. Entre ellos, las piscinas municipales, que se espera puedan reabrir este domingo tras el trabajo de reparación de las bombas de depuración y otros daños en las instalaciones.

En paralelo a lo ocurrido en Pedrola, otros municipios aragoneses también han sufrido con severidad los efectos de la DANA (depresión aislada en niveles altos). En Tarazona, la tarde y noche del viernes fueron “muy complicadas”, según explica Diego Cobos, concejal de Protección Civil.

Allí se registraron entre 50 y 60 litros por metro cuadrado en menos de media hora, lo que colapsó el sistema de alcantarillado e inundó aparcamientos subterráneos y huecos de ascensor. “Los bomberos han trabajado sin descanso hasta la mañana para achicar agua. Ha sido una noche muy larga”, asegura Cobos.

El pedrisco que precedió a las lluvias fue un factor determinante, ya que arrastró hojas y ramas hacia los sumideros, provocando taponamientos que agravaron las inundaciones. Las zonas bajas de la ciudad, como cocheras, portales y comercios, fueron las más afectadas. Además, el campo ha sufrido pérdidas notables: “La cosecha iba al 50% y lo que quedaba ha quedado arrasado”, lamenta el concejal.



La tormenta también fue intensa a su paso por Ráfales, donde descargó alrededor de 100 litros en apenas unos minutos. “Se ha anegado todo de agua y barro. Todos los caminos están destrozados, ha entrado agua en garajes, viviendas, sótanos y parking, y se ha llevado algún huerto. Lo normal cuando caen 100 litros en media hora”, apuntó su alcalde, José Ramón Arrufat.

Emergencia nivel 2

La magnitud del temporal obligó al Gobierno de Aragón a activar la fase de emergencia nivel 2 del Plan Especial de Protección Civil por lluvias intensas. La Unidad Militar de Emergencias (UME) fue desplegada en Pedrola, Grisén, Figueruelas, Pleitas y Bárboles.

Las estaciones de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) registraron cifras récord: hasta 130 litros por metro cuadrado en solo una hora en Grisén, entre las 22.30 y las 23.30 del viernes. Esta línea de tormentas provocó cortes de luz en Pradilla de Ebro y Boquiñeni, dejando sin suministro a más de 600 vecinos.

Durante las horas más críticas, una de las principales preocupaciones en Pedrola fue el estado del Canal Imperial de Aragón, que atraviesa el casco urbano de Pedrola y recibe las aguas de varios barrancos que bajan desde la zona del Moncayo y Talamantes. “Estaba al límite de su capacidad. De haberse desbordado, estaríamos hablando de una situación realmente catastrófica”, advierte la alcaldesa.

La situación recordó en la localidad a la vivida en septiembre de hace dos años, cuando "una riada reventó el canal tras fuertes lluvias en el entorno de Purroy y la Ribera Alta". Por ello, desde el Ayuntamiento pidieron a lo largo de la noche la apertura de las compuertas en Gallur para aliviar la presión del canal, aunque "no obtuvieron respuesta inmediata".

Afortunadamente, y pese a la magnitud de la tormenta, no ha habido que lamentar daños personales. Durante el sábado, los trabajos de limpieza y reparación se han centrado especialmente en el polígono industrial del Pradillo, donde un puente quedó colapsado por la fuerza del agua y la calzada se cubrió de barro, piedras y lodo.

Además, otras infraestructuras del municipio de Pedrola han sufrido daños que aún se están evaluando. “Hay que hacer un balance completo de todos los daños, tanto en edificios públicos como en propiedades particulares”, explica Berges.

"Hay que mejorar"

Tras lo sucedido, la alcaldesa pide una mayor coordinación entre administraciones de cara a futuras emergencias. “En momentos así es clave actuar rápido y con información clara. Nos extrañó mucho que la Comarca de la Ribera Alta no fuese convocada a la reunión del CECOPI. Espero que haya sido un error puntual, fruto de la urgencia del momento, pero hay que mejorar este aspecto”, ha insistido.

Berges también ha agradecido la visita del consejero de Administración Pública, Bermúdez de Castro, que acudió la noche del viernes a la localidad, aunque ha expresado que habría sido deseable contar con "más apoyo" ante el riesgo de desbordamiento del canal. “Es material, se puede arreglar, pero debemos trabajar para que estemos mejor preparados la próxima vez”, dice.

Lo importante de todo lo sufrido es que "no ha habido que lamentar ninguna pérdida humana" y, según considera, eso es "lo que más se valora.