Zaragoza
Publicada

Las últimas tormentas han dejado importantes y severos daños en infraestructuras, instalaciones, edificios y accesos de varios municipios del sur de la provincia de Zaragoza. Los desbordamientos de varios ríos han provocado auténticas riadas de agua que se han llevado por delante todo lo que encontraban, dejando escenas de terror y miedo entre los vecinos.

Los pueblos más afectados se encuentran en la comarca Campo de Belchite, donde la fuerza del agua ha dejado “muchísimos daños” en municipios como Azuara, Letux o Almonacid de la Sierra. De hecho, algunos como Villar o Herrera de los Navarros ya sufrieron especialmente la dana del pasado mes de octubre, y ahora vuelven a encontrarse con una dramática experiencia similar.

Azuara ha sido, posiblemente, uno de los epicentros de estas últimas tormentas, con el centro de salud, el pabellón, una nave multiusos, viviendas, la captación de agua y el campo de fútbol destrozados. Mientras, los bomberos ya han llevado agua para los vecinos. “Es todo un desastre, como si hubiera pasado un tsunami”, explica su alcalde, Joaquín Alconchel.

El caos es tal que ha dejado prácticamente en anécdota lo vivido en octubre, cuando la dana también afectó a parte de las infraestructuras. “Aquello fue menos, no tan desastroso como ahora, una avenida normal. Es tremendo. Esto ha sido totalmente extraordinario”, afirma Alconchel.

En Letux no recuerdan nada similar “ni en 40, 50 o 100 años”, dice su alcalde, Miguel Sanz. “Esto ha sido una especie de ola. Tormentas ha habido y llevan su ritmo, pero ha sido algo totalmente inesperado por la rapidez de la inundación”, cuenta.

Durante la jornada de este sábado pudieron comenzar a limpiar algunas calles, con agua a presión, bombas de achique y medios de los vecinos y el Ayuntamiento, después de que el agua llegara a entrar a algunas viviendas, ocupando varios metros de altura. “La captación de agua ha sufrido algún problema. Esperamos que el agua sea apta para el consumo, porque en el río baja bastante turbia”, apunta Sanz.

En Herrera de los Navarros es la tercera gran tormenta que sufren en apenas nueve meses. Pese a que pudieron arreglar parte de los desperfectos y algunos han aguantado, otros han vuelto a venirse abajo. “Hay que acabar de reponer lo que faltaba, y supongo que ahora se habrán vuelto a romper”, lamenta su alcalde, Enrique Felices.

Aquí, los daños se han extendido por gran parte del casco urbano, que se ha llenado de piedras, tierra y barro procedente de la riada. También ha llegado a algunas granjas, con varios animales muertos.

A apenas 8 kilómetros, el alcalde de Villar de los Navarros, Miguel Ángel García, era todavía más directo. “La parte de abajo, que da al río, los pasos y las carreteras de acceso están todos reventados”, resume. Y es que los daños en infraestructuras hacen que haya que recorrer más de 70 kilómetros para poder entrar, lo que dificulta la entrada de agua y equipos de limpieza.

De hecho, asegura que la cantidad de agua que ha bajado era incluso el doble que en la dana de finales de octubre, cuando no se habían completado “ni el 20%” de las actuaciones que se requerían. “Todo se ha ido a freír espárragos, otra vez. Si el río subió a seis o siete metros, ahora calculamos unos 15, más del doble”, afirma García.

Mientras, Almonacid de la Cuba también ha sufrido daños en instalaciones municipales o algunos accesos, y con la cautela de que nuevas lluvias puedan seguir sembrando el caos en el territorio.

Así, las instituciones ya se afanan en hacer un recuento de daños y en intentar reponer las infraestructuras más prioritarias, conscientes de que no será cuestión de días. “No sé el tiempo que costará, pero serán varios meses, que no sé si dos, tres o cuatro”, incide el presidente de la comarca Campo de Belchite, Carmelo Pérez.