Zaragoza
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La Unidad Militar de Emergencias (UME) finalizará su labor en la Ribera Alta de Ebro a lo largo de este domingo. El Gobierno de Aragón desactivará la fase de emergencia nivel 2 a las 14.00 y permitirá la salida del operativo que ha acelerado el regreso a la normalidad tras una tormenta que anegó garajes, sótanos y viviendas por gran parte del territorio, pero sin lamentar grandes incidencias ni daños personales.

Así se ha decidido tras la última reunión del Cecopi, encabezada por el presidente de Aragón, Jorge Azcón, en la que se ha constatado que el territorio ha abandonado cualquier alerta después de 24 horas mirando constantemente al cielo por temor a la lluvia. Únicamente a última hora del día podría caer agua en la zona de Ansó y Hecho, pero sin ningún tipo de aviso ni alarma activada.

Durante la mañana de este domingo, la UME se encuentra limpiando una acequia próxima al municipio de Pedrola, en la zona que obligó a activar la alerta roja en toda la Ribera del Ebro. “La acequia ya está recuperando su caudal habitual. Durante la mañana de hoy, con pasos alternativos al principio, y finalmente con pasos normalizados, podremos abrir gracias a las actuaciones de carreteras, la UME y la Guardia Civil”, ha apuntado el consejero de Interior, Roberto Bermúdez de Castro.

Tras esta tormenta, no ha habido ninguna afectación en el consumo de agua de boca y se han resuelto ya los problemas en las carreteras, donde ha habido inundaciones puntuales en partes bajas, puentes y badenes.

Una de las preocupaciones del Gobierno aragonés durante la tormenta se centraba en los campamentos juveniles que están instalados en el Pirineo aprovechando las vacaciones veraniegas. Siete de ellos se ubicaban en el valle de Tena, donde cayó un fuerte chaparrón en torno a las 20.00, y dos se ubicaban al raso, si bien uno ya optó por pasar la noche a cubierto en Candanchú y otro pernoctó en unas naves del helipuerto de Panticosa.

“Con la ayuda de la Guardia Civil, que, como siempre, lo hizo de una manera fenomenal, conseguimos salvaguardar a toda esta gente y mantener su seguridad sin ningún tipo de problema”, ha subrayado Bermúdez de Castro.

Declaración de zona catastrófica

Pese a que no hay que lamentar daños de gran magnitud, como en la tormenta de Azuara y alrededores hace un mes, el Gobierno de Aragón va a solicitar la declaración de zona catastrófica para poder dar cobertura a los ayuntamientos y ciudadanos que hayan visto anegados sus garajes, trasteros o viviendas, o hayan sufrido daños de diversa consideración.

“Hay daños. Hay gente que tiene bajos o comercios inundados y coches perdidos. Hoy leía que había 11 coches destrozados en Tarazona. Vamos a echarles una mano, pero hay menos daños que otras veces”, ha detallado el consejero de Interior.