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Los hospitales se relacionan con imágenes estériles de paredes blancas. Sin embargo, desde hace más de diez años, una ONG zaragozana intenta cambiar todo ello para darle color a los centros hospitalarios. Todo ello no solo busca remodelar la estética de estos lugares sino que intenta aportar "belleza" a las estancias de los pacientes. Detrás de esta iniciativa se encuentran Beatriz Lucea y María Luisa Grau, quienes fundaron en 2013 la ONG 'Believe in art'.

"Teníamos la inquietud de aportar como profesionales de la cultura y de los museos a la sociedad", reconoce Beatriz, cofundadora. Así, investigando y nutriéndose de experiencias en Reino Unido o Canadá, donde el arte está involucrado en la sanidad, vieron un hueco en el que marcar la diferencia y conseguir que los hospitales fueran "más bellos, humanos y amables".

Su labor está amparada por la Organización Mundial de la Salud, que en 2019 publicó un informe en el que refrendaba y recomendaba la inclusión del arte y la cultura en los sistemas sanitarios.

María Luisa Grau, Beatríz Lucea, fundadoras y, Marisa Vela, miembro de la junta Believe in Art José Garrido

Así, el primer proyecto de 'Believe in art' se focalizó en la planta de cirugía pediátrica del Hospital Materno-Infantil de Zaragoza en el que quisieron formar un gran conglomerado de todo lo que podían ofrecer: "Hablando con los sanitarios del hospital fue una evidencia que los niños tienen menos herramientas que nosotros para enfrentarse al dolor. Al final, pensamos que era el lugar donde nos podían necesitar más", relata su cofundadora.

De esta forma, han ido desarrollando proyectos a lo largo de los años en diferentes ramas de pediatría. Sin salir del Hospital Materno-Infantil, se encargaron de pintar su fachada con colores vivos que llama la atención de los viandantes: "Buscamos quitar un poco esta especie de dramatismo del ladrillo y de lo que supone ir al médico. Con todo eso ayudamos a que los niños se distraigan, se sorprendan y se entretengan", explica Beatriz.

Además de suponer un estimulante para los más pequeños, desde la ONG también han llegado a plantas de más difícil acceso como la psiquiátrica. Según cuenta su cofundadora, se trata de una rama con la que trabajan muy frecuentemente ya que supone también una especie de terapia para los ingresados: "En la medida de lo posible trabajamos con los pacientes. Eso les empodera, sentirse útiles, escuchados, que es importante lo que nos cuentan, porque luego lo plasmamos en las paredes".

Así, han llegado a las consultas externas, a la Unidad Infanto-Juvenil de Salud Mental y la planta de psiquiatría del Hospital Clínico Lozano Blesa de Zaragoza. También se encuentran a las puertas de comenzar un proyecto en la planta de psiquiatría del Hospital San Jorge de Huesca.

Mural en la zona de los paritorios del Hospital Clínico de Zaragoza a manos de la artista Laura "Lala" Gracia. Marta Mendoza

Su trabajo no solo se limita a los hospitales de Aragón, sino que de la mano de su proyecto ¡Olé mi cole! ponen color a los centros de salud de la mano de los más pequeños. De esta manera, aunando charlas en colegios con talleres donde los niños presentan sus propios proyectos de cómo quieren que sea su centro de salud han pintado la zona de pediatría de más de 20 centros de salud. "Nos da unas alegrías enormes porque los chicos se sienten que están pintando el médico, se involucran y eso es algo súper importante", valora Beatriz.

Una parte esencial para que este proyecto salga adelante es la colaboración de los artistas de los que valora su "inmensa generosidad": "No solo hablamos de su tiempo, sino que aunque les damos libertad tienen que cumplir con unos parámetros y necesidades que les damos", explica. En esta misma línea, recalca que el trabajo que realizan es completamente voluntario lo que lo hace "más especial".

Salto fuera de Aragón

La ONG nació en 2013 y su crecimiento ha ido 'in crescendo' a lo largo de los años, que las mismas fundadoras reconocen tener lista de espera para actuar en ciertos espacios. Un salto importante en su trabajo reconoce que fue cuando de la mano de Andreu Buenafuente realizaron un mural gigantesco a lo largo de varias salas del Hospital de Barcelona.

Aunque su colaboración no acaba ahí ya que en cuestión de meses van a presentar su proyecto en Madrid 'Believers for Art'. Por lo que puede adelantar señala que "quedan muchos trabajos por venir y todos muy bonitos".

Valorando todos los trabajos conseguidos a lo largo de los años y lo que les queda por venir, Beatriz Lucea recalca que el orgullo de la labor que realizan recae en los mensajes que les llegan. "Cuando te escriben familiares o enfermos para darte las gracias o los artistas te escriben para colaborar en nuestro proyecto, ahí dices 'algo estaremos haciendo bien'", concluye.