Alicante

El calor extremo de este nuevo verano anómalo, en el que se han sucedido las olas de calor y las noches tropicales y tórridas, ha causado ya más de doscientas muertes en la Comunidad Valenciana. La elevada cifra representa un descenso del 30 % sobre la recogida en 2022.

Así lo recoge el Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III, que cuantifica 10.585 defunciones desde el 1 de junio en esta autonomía, de las que 204 se pueden atribuir a las altas temperaturas.

Del total de muertes por calor, 101 se produjeron en agosto y 92 en julio, y los días con más fallecimientos por altas temperaturas fueron el 6 de agosto, con 9 muertes; el 5 de agosto, con 8, y el 3 y el 6 de agosto y el 20 de julio, con 7 fallecidos.

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En el Estado, el calor ha causado este verano más de 1.800 muertes, aunque algunas estimaciones casi duplican esa cifra. "El impacto del calor no es solo un golpe de calor, que son los menos. El calor en sí es un estrés para el cuerpo".

Lo dice a Efe Dominic Royé, jefe de Ciencia de Datos de la Fundación para la Investigación de Clima, y uno de los autores de la aplicación Mortalidad en verano por Calor en España que acaba de lanzar con Aurelio Tobías, del Centro Superior de Investigaciones Científicas y Carmen Íñiguez, de la Universitat de València.

El Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria del Instituto de Salud Carlos III cuantifica 95.904 defunciones en España desde el 1 de junio, de las que 1.834 se pueden atribuir a las altas temperaturas.

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Los datos reflejan el máximo el pasado 12 de agosto, con 79 fallecimientos; los últimos disponibles son del día 22, cuando las muertes atribuibles al calor fueron 68, pero hay que tener en cuenta que van con cierto retraso y se actualizan continuamente.

Según Royé, MACE realiza una estimación estadística "mucho más moderna" que el MoMo, que sigue usando una metodología de los años 90 que ellos han tratado de actualizar.

Aunque cuenta con una limitación -ya la están trabajando de solventar-, y es que calcula la mortalidad en España sin tener en cuenta las diferencias geográficas, los grupos de sexo y la edad, lo cual podría estar dejando fuera muchos más fallecimientos.

Peligro a partir de 26,9 grados

Hay un punto a partir de la cual la curva de la mortalidad se dispara: los 26,9 ºC, explica Royé. La temperatura media este verano ha sido de 24,5 grados, aunque en agosto es de momento de 26,2 y en julio fue de 25,3.

MACE se nutre de los datos de muertes observadas del MoMo y de las temperaturas promedio de España calculada por la Aemet; con ellos, estima que desde el 1 de junio y hasta el 22 de agosto se han producido 8.821 muertes achacables al calor.

De ellas, 3.034 se han producido en los días de calor extremo, del que hasta ahora se han contabilizado 15.

Por meses, agosto acapara 10 de esos días y 1.883 defunciones, frente a las 1.151 de julio, cuando se registraron 5 días de temperaturas excesivas. En junio no hubo ninguno de los dos.

Vuelve así a tratarse de un verano "extremo" que ahora atraviesa una cuarta ola de calor demasiado tardía para lo que es habitual, pero no será "tan brutal" como lo fue 2022, cuando se sucedieron 28 días de calor extremo y 8.815 muertes por esta causa.

De hecho, con datos ya oficiales del INE, la mortalidad se disparó un 20 % entre los meses de mayo y agosto de 2022 y las defunciones por golpe de calor y deshidratación se duplicaron respecto a tres años antes.

El calor nocturno, mortal

Royé recuerda en este punto que los golpes de calor apenas representan entre el 2 y el 3 % de las causas de muerte imputables a las altas temperaturas, que lo que hacen sobre todo es agravar patologías previas, sobre todo cardiovasculares y respiratorias.

El calor somete al cuerpo a un estrés térmico que se agrava de noche, de modo que el exceso de temperatura nocturno aumenta el riesgo de mortalidad. Así lo puso de manifiesto un estudio de 2021 sobre los 'Efectos de las noches calurosas en la mortalidad en el sur de Europa', del que este climatólogo es coautor.

De acuerdo con el artículo, la mortalidad diaria está asociada con temperaturas que superan los 20 ºC de noche, independientemente de las diurnas.

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Con el problema añadido, avisa, de que el cambio climático está trayendo consigo un aumento de las máximas, pero sobre todo de las mínimas.