Alicante

La sanidad valenciana está en una situación de "crisis absoluta" por su "incapacidad de absorber" la demanda de pacientes en atención primaria y hospitalaria, un contexto sanitario donde el colectivo médico se ve "menospreciado" por la administración y exige mejoras en sus condiciones laborales e impedir la fuga de facultativos al extranjero.

Así lo asegura en una entrevista con EFE el secretario general del Sindicato Médico de la Comunitat Valenciana (CESM), Víctor Pedrera, quien afirma que en sus cerca de tres décadas como especialista en Medicina Familiar y Comunitaria "nunca" ha vivido un momento tan crítico como el actual.

Aunque subraya que el nuevo conseller de Sanidad, Miguel Mínguez, conoce y entiende la problemática del colectivo porque también es médico, al tener un equipo que no ha variado con respecto a su predecesora en el cargo, "su capacidad de solucionar problemas va a ser más que discutible".

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Huelga en enero

El sindicato ha convocado para el 17 y 18 de enero una huelga a la que están llamados más de 10.000 médicos de la Comunitat tras denunciar que la sanidad pública se ha "degradado hasta límites insospechados", aunque negocia con la Conselleria sus reivindicaciones, algunas "imprescindibles", en unas conversaciones en las que, según señala, la administración está "receptiva" y ha expresado "voluntad de acuerdo".

"La esencia de castigo a la profesión nos ha unificado y la prueba es que en toda España los sindicatos médicos, que representamos de forma muy mayoritaria a la profesión médica, estamos diciendo que o se cambia esto o la sanidad publica valenciana y española va al caos porque se va a quedar sin médicos", advierte.

Esta huelga, asegura, no se podrá parar "si la administración no adopta unas medidas de refuerzo y mejora de las condiciones" de los médicos, cuya falta de protección durante los inicios de la pandemia llevó al sindicato a acudir a los tribunales "a exigir responsabilidades".

Según Pedrera, no pueden asumirse las cirugías y las consultas en algunas especialidades, y la atención primaria sufre un "bloqueo" porque ha estado "marginada durante muchos años", lo que provoca un aumento de la derivación de pacientes a la medicina privada.

Retrocesos retributivos 

Denuncia que los retrocesos retributivos de los médicos en los últimos años "han sido bestiales" y pone como ejemplo que tras once años de formación, un médico "no llega" a ser "dosmileurista", lo que es "un incentivo" para que sus compañeros se vayan de aquí.

Critica que, ante la falta de médicos, se quiera impulsar la creación de facultades de Medicina, ya que el "problema fundamental" es la formación posgrado, porque en España hay una bolsa de graduados en medicina que no tienen acceso al MIR y todos los años se presentan entre 15.000 y 16.000 personas para la mitad de plazas.

Además, una vez formados muchos de ellos se van a otros países donde las condiciones laborales son mejores. Se les llega a pagar hasta el cuádruple de salario y con contratos indefinidos, algo que en España "es básicamente imposible, a no ser que consigas una interinidad".

También se está produciendo una fuga de médicos valencianos a la medicina privada, explica Pedrera, quien considera que "no hay falta de médicos, sino de facultativos en las condiciones que está dispuesta a aceptar nuestra administración"

Líneas rojas

Algunas de las "líneas rojas" establecidas por el sindicato son que haya un tope en las agendas de los médicos de atención primaria, la limitación y adecuación tanto en primaria como en hospitalaria de una normativa de guardias que permita la conciliación familiar o reforzar el SAMU y que todas las ambulancias lleven médicos.

Otra de sus peticiones es la apertura de los puntos de urgencia extrahospitalaria 24 horas al día, lo que mejoraría la demanda no programada en los centros de atención primaria y la sobrecarga de las urgencias hospitalarias.

También plantean la necesidad de flexibilizar la edad de jubilación de los médicos, aunque Pedrera reconoce que la tercera parte de los facultativos "está deseando llegar a la edad para jubilarse".

A juicio de Pedrera, la "gota que ha colmado el vaso" es el incremento de 6.007 plazas de sanitarios que ha hecho la Conselleria de Sanidad, la mayoría de los cuales son celadores, enfermeros o administrativos, y los médicos "solo suponen un 15 por ciento".

Además, considera una "auténtica tomadura de pelo" que Sanidad otorgue el mismo peso específico al conocimiento del valenciano que a la formación. "Nos han engañado y lo han mantenido", ha dicho.

Por último, afirma que el colapso sanitario del invierno, por el incremento de patologías respiratorias y el descenso de plantillas de facultativos, se produce "desde antes de la Edad Media" y deberían tenerlo previsto "con tiempo y de forma estructural".

"Que se vayan preparando, porque todo apunta a que este año la situación va a ser compleja, no solo en Navidad", advierte.