Elche

La Sociedad Científica Valenciana de Fisioterapia (SOCIVAFIS) nace o, mejor dicho, vuelve a nacer con el objetivo de fomentar el avance de la fisioterapia y la formación de los fisioterapeutas basándose en principios de investigación, calidad y la evidencia científica.

Promovida por el Colegio de Fisioterapeutas de la Comunidad Valenciana (ICOFCV)se creó en 2017 pero, por problemas personales primeros y por la pandemia después, quedó en pausa. Ahora, el fisioterapeuta Jorge Roses Conde toma las riendas de esta pionera institución, que solo se le conoce réplica en Galicia, como presidente. 

Hablamos con este adjunto de Fisioterapia y Coordinador de Fisioterapia del Hospital General de Elche y profesor asociado en la Universidad Miguel Hernández sobre los retos de una profesión de reciente creación y que no deja de crecer.

[¿Por qué Francia 'invade' cada año la carrera de fisioterapia en la universidad valenciana?]

Respuesta.- Un colegio profesional es la institución que se encarga de agrupar a todos los profesionales y vigilar el buen ejercicio de la profesión. Y luego tenemos en las profesiones sanitarias, se crearon desde hace años las sociedades científicas. Una sociedad científica, a diferencia de un colegio profesional, es una asociación de profesionales libre de cualquier ánimo de lucro y objetivo que no sea el fomentar el avance de esa profesión pero siempre basado en la evidencia científica disponible.

Al desarrollarse tanto todas las profesiones sanitarias, incluso van por especialidades, hace que haya una sociedad científica del dolor, una sociedad científica de reumatología…. 

Y así, a la hora de hacer de interlocutor con la Administración, esta prefiere a una sociedad científica porque se supone que es más neutra que un colegio profesional, que se encarga de la defensa de la profesión o la regulación.  Lo hemos visto mucho con la pandemia. Todas las recomendaciones que se emitía por parte del Ministerio de Sanidad estaban basadas en las recomendaciones que emitían las sociedades científicas.

P.- Claro, pero todo esto es nuevo para una profesión reciente como es la Fisioterapia. 

R.- Como es una profesión muy joven, aún estamos en pleno desarrollo. Estuve en un Consejo Nacional hace poco y hasta donde yo sé solo existe la sociedad científica de fisioterapeutas de Galicia y de la Comunidad Valenciana y en el resto de comunidades autónomas no existen. 

P.- ¿Cuáles son los objetivos perentorios a cumplir bajo su mandato? 

R.- Vamos a intentar poner en marcha esta sociedad y como empezamos desde cero, la idea es crear los distintos grupos de trabajo con los que vamos a empezar a recopilar la evidencia científica disponible sobre las técnicas y tratamientos de fisioterapia. 

Y nuestra intención es convertirnos en interlocutores válidos a la hora de hablar con la Administración sanitaria, por lo que esperamos que nos reciba la Consellería de Sanidad. 

Con ellos no nos hemos sentado nunca para hablar, por ejemplo, de qué recursos puede ofrecer la fisioterapia en la sanidad pública, basados en criterios de calidad, de evidencia, de eficiencia… porque carecíamos de este tipo de asociación. 

P.- ¿Falta voluntad para ampliar la cartera de servicios de la fisioterapia en la sanidad pública?

R.-  Como profesión joven que somos, piensa que la primera promoción de diplomados en Fisioterapia desligados de Enfermería fue en 1986. Y sí es cierto que en España esos fisioterapeutas han acabado en la sanidad privada y en la sanidad pública era una figura muy infrautilizada, aunque en los últimos años ha ido creciendo en la pública. Y también a raíz del Covid hemos ganado visibilidad y protagonismo por el trabajo que hemos hecho, por ejemplo, con el Covid persistente. Aún así, diría que en la actualidad la profesión de fisioterapeuta en la Sanidad pública valenciana está muy infrautilizada.  

P-. ¿Qué porcentaje representa los fisioterapeutas en la pública con respecto a los de la privada? 

R.- Somos unos 500 trabajadores de fisioterapia trabajando en la pública. Y hay un estudio que publicó el SATSE en marzo que hablaba de fisioterapeutas por habitantes en la Comunidad Valenciana y estábamos al 10%. Es decir, que según recomendaciones de la OMS, tiene que haber un fisioterapeuta por cada mil habitantes; quizás eso sería un referente utópico, pero en la realidad de la Sanidad de la Comunidad Valenciana la media de ratio es un fisioterapeuta aproximadamente por cada 10.000 habitantes. 

P.- ¿Falta evidencia científica en las prácticas de los fisioterapeutas? 

R.- Es un tema controvertido. Sí que es cierto que en Fisioterapia, la generación de evidencia científica es algo muy novedoso. En la pública, como somos tampoco y nos hemos visto tan superados por la demanda asistencial, pues muchas veces nos hemos podido dedicar a las actividades de formación y sobre todo de investigación. 

¿Cuál es la gran diferencia entre la pública y la privada? Sin querer crear un conflicto, en la privada muchas veces se empiezan a implementar técnicas de tratamiento que, como son muy novedosas, quizá disponen de poca evidencia o de evidencia contradictoria. Y en la sanidad pública, no podemos implementar técnicas que aún no tienen evidencia contrastada.  

P.- Entonces, ¿asume que, en la realidad, se está aplicando una fisioterapia sin evidencia científica? 

R.- Sin ánimo de entrar hay, muchas veces en la práctica privada donde hay muchos profesionales serios basados en la evidencia, incluso con fisioterapeutas que son referencia, pero lo cierto es que hay una parte en la que manda el paciente. Es decir, que si se pone un tratamiento de moda como por ejemplo, las benditas de colores. 

Como hubo un momento que lo llevaba David Beckham, todo el mundo quería llevarla. Entonces, le evidencia no apoya que sea una terapia de primera elección, pero a lo mejor, en la práctica privada, si es lo que demanda el cliente, pues es algo que se favorece mucho su uso. 

En la sanidad pública no podemos basarnos en esos criterios que demanda el cliente, sino en los criterios de eficiencia y evidencia.  Y es verdad que, a día de hoy, estamos utilizando criterios que eran muy pobres porque faltaban evidencias ese nivel, pero eso está cambiando y por eso tenemos que sentarnos a hablar con la administración, para revisar la evidencia de todo lo que se está haciendo en fisioterapia y poder actualizar protocolos.