La consellera de Sanidad, Ana Barceló (PSOE), se ha visto obligada a convocar de urgencia a los sanitarios de la Atención Primaria a una reunión el próximo viernes 8 de abril después de la amenaza de sindicatos como el CESM de acudir a los tribunales. Todo ello después de anunciar un plan estratégico hecho a espaldas de los profesionales que presentó esta misma semana en las Cortes Valencianas.

"La situación es de desbarajuste total", señala Víctor Pedrera, secretario general del Sindicato Médico CESM. "Estamos desbordados con plantillas que no han aumentado desde antes de la pandemia por Covid-19 y ahora se nos promete que se va a contratar a 1.600 profesionales pero sin concretar nada", añade el facultativo.

Los colectivos médicos se temen que de esas 1.600 plazas apenas 200 sean para médicos, como ha sucedido en otras ocasiones, cuando los informes de la OMC y el Foro Nacional de Primaria estiman la necesidad de contratación de al menos 700 nuevos facultativos en el área.

De hecho, el sindicato viene denunciado desde hace tiempo que cuando se habla de contrataciones ni son nuevas plazas, porque la Conselleria lo que hace es cambiar de un tipo de contrato "basura" a otro pero siempre con las mismas personas, ni son de las categorías necesarias. 

Al final se prima más la contratación de enfermeras y auxiliares que de médicos, como ha venido denunciando el CESM. Todo esto dentro de una estrategia por parte del área de Barceló de ir solventando los distintos incendios que se producen con los respectivos colectivos. Y es que ayer mismo el Colegio de Enfermería criticaba duramente que se les elimine de los centros de atención a mayores porque dejará sin cobertura de prevención y control de la salud a 200.000 usuarios en la Comunidad Valenciana. 

Los problemas se le acumulan a Barceló en vísperas de la Semana Santa, cuando no se ha abierto ningún proceso de refuerzo en la Sanidad valenciana para las dos semanas que, durante fiestas, llenan la Comunidad de desplazados de otras regiones y países.

Protesta en los centros

Ayer, el CESM convocó una protesta de médicos a las puertas de los centros. En las concentraciones se leyó un manifiesto "En defensa de la Atención Primaria".

El texto explicaba que la Atención Primaria "es uno de los pilares de nuestra sanidad" y la "sanidad es uno de los baluartes del Estado de bienestar". Todos los españoles nos sentimos más seguros sabiendo que contamos con nuestro médico de Familia y/o pediatra en el que confiamos, aquel que nos conoce y conoce nuestro entorno".

"El médico de Atención Primaria también es el que ha tenido que atender a muchos pacientes por teléfono en la pandemia por órdenes de sus superiores, los mismos que después se desentendieron de los problemas que ocasionó, es también el que ha tenido que aplicar unos protocolos en la pandemia con múltiples cambios -a veces casi semanales- que no entendía la población", continuaba el texto.

También, "es el que vive con rabia, ola tras ola de pandemia, la saturación de un sistema sanitario que no tiene capacidad para atender a tantos enfermos en Atención Primaria, sin que la Administración acometa el aumento de las plantillas necesarias".

"Es aquel que vive con desilusión y decepción la carga burocrática que no le deja tiempo para ver enfermos, que lucha contra el burnout provocado por un sistema que ha convertido la sobrecarga laboral en su máxima de eficiencia. Es el que firma un contrato cada mes, con la precariedad como único horizonte", agregaba.

"Sin embargo, en nuestras manos está que lo anterior no eclipse todo aquello que es el médico de Familia y el pediatra de atención primaria que son el mejor aliado de sus pacientes por antonomasia. En nuestras manos está que en Atención Primaria se recupere la ilusión por no haber sido olvidados y abandonados", añadía el documento.

"En nuestras manos está que la Atención Primaria siga siendo la que resuelve el 95% de las patologías en España, el muro de contención en una pandemia o simplemente donde se encuentran nuestros médicos de confianza, con los que compartimos nuestras inquietudes", recriminaba a la consellera.

En este sentido, explicaba que "la Atención Primaria está amenazada y sus médicos son rara avis en peligro de extinción, porque no se les ofrecen unas condiciones óptimas de trabajo. Es urgente y prioritario que tengamos un plan para potenciar nuestra Primaria, no otro panfleto publicitario más cargado de buenas intenciones y sin ninguna inversión".

Reivindicaciones

"Necesitamos una inversión de al menos el 25% del gasto sanitario y que ésta sea además finalista y la necesitamos ya. Necesitamos unas plantillas acordes a unas ratios de 1250 TIS por médico de Familia y 800 TIS por pediatra. Necesitamos unas agendas con un tope máximo de 30 pacientes y 25 en pediatría a los que les podamos dedicar el tiempo necesario", establecían concretamente en el documento reivindicativo los facultativos.

"Además de para una asistencia de calidad, para la formación continuada, docencia e investigación"."Necesitamos que la oferta de plazas MIR contemple los déficits actuales y futuros en las plantillas de médicos de Familia y pediatras, y tener asegurado el recambio generacional", continuaban.

"Necesitamos que se prevean herramientas para poder acabar con las demoras en AP, como ocurre con las listas de espera quirúrgicas. Necesitamos, en definitiva, liderar con autoridad y competencias todas las posibilidades que una Atención Primaria de calidad, moderna y responsable puede ofrecer al conjunto de la ciudadanía en un Sistema Nacional de Salud público y de acceso universal".

Para concluir: "Y todo esto lo necesitamos ya, antes de que sea demasiado tarde y desaparezca la Atención Primaria de nuestra Sanidad. Por eso estamos aquí, por la Atención Primaria y en defensa de la Atención Primaria".