Alicante
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¿Qué hace a un local elegante? Para Ángel García son muchos los factores que lo determinan y no se basa simplemente en decoración bonita. Los premios Travellers' Choice acaban de situar Templo en Alicante entre los siete mejores de España.

García afirma que este logro es motivo de orgullo. No obstante, considera que hay que mantenerse "bastante sereno y pensar que si es fruto de tu trabajo, tienes que seguir trabajando".

No hay que olvidar, prosigue, que "esto es a base de picar piedra y hay que seguir siendo humildes". Por eso valora que este reconocimiento apoya "que la dirección que estamos tomando de trabajo es la correcta".

Y en ella explica que se centra en la experiencia global del cliente: desde el uniforme del personal hasta la decoración, que debe ser coherente con el concepto del local. Sin embargo, lo más crucial es la hospitalidad del servicio.

Para lograrlo cuenta que en este local en la calle Pirula Arderius ha estado incidiendo en mejorar la hospitalidad y el servicio en los últimos meses. Esta apuesta por la excelencia, como recalca, es un objetivo que se debe perseguir toda la vida.

Ángel explica que cuanto más se mejora en algo, más se da cuenta uno de que "todavía tienes que mejorar". Por ello, se tomó una decisión fundamental para poder mejorar la metodología de formación continua.

Cerrar en domingo

Hace poco más de un año, Ángel decidió cerrar el restaurante todos los domingos y todos los lunes. Con este cambio buscaba dar un descanso de "más calidad a mis empleados".

El cierre permite "reducir la rotación de personal, para poder formarlo mejor" y profundizar en ese concepto de excelencia que se marca. Cerrar dos días, incluyendo uno del fin de semana concede que fue una "apuesta arriesgada".

Ángel matiza que es arriesgada si solo se miran los números de manera "bruta". "No lo es tanto cuando miras más en profundidad," señala. Y al hacerlo así destaca la importancia de tener clientela constante a lo largo del año.

En la hostelería de Alicante contar con dos días de cierre semanal fijos no es lo habitual. Por eso García lo considera un intangible, de alguna manera como una subida de sueldo. Estos elementos "no los podemos medir, pero existen y están ahí".

Así valora que quien prefiera la noche del sábado puede disfrutar del ocio y otros pueden tener el domingo y estar un tiempo con la familia de "muchísima calidad".

Todo eso, apunta, influye para aparecer de nuevo en una lista nacional especializada. De ahí que puntualiza que alcanzar este nivel de excelencia cada año es "muy complicado" porque se define como una persona muy exigente, primero consigo mismo.

Entre las decisiones recientes que han funcionado está el cambio realizado en marzo, donde Templo amplió su comedor. Antes compartía espacio con su línea de comida para llevar, American Humo y Fuego.

Respecto a la experiencia en Templo, Ángel afirma que si un cliente solo busca decir que ha estado, el precio puede ser de unos 50 € por persona.

Ahora bien, para "vivir la experiencia," disfrutar del vino y la carne, el gasto podría subir a 70, 80 o incluso 90 €. Templo no está pensado para visitas muy frecuentes.

"Creo que es un sitio para venir y decir, 'Quiero disfrutar de la carne, quiero disfrutar del vino, de la experiencia, voy a Templo, me dejo llevar'," concluye Ángel.

La experiencia se amplifica cuando los clientes se dejan aconsejar por el sumiller, estableciendo de antemano el rango de precios con el que se sienten cómodos. En estos casos, "sacamos nuestro mayor potencial, tanto en servicio como en cocina, como en todo".