Thamesis, la que fue la discoteca más grande de Europa en los años 80, se prepara para volver a encender sus luces en Redován. Lo hará de la mano de Marco Zaragoza, DJ de 23 años y nieto del fundador, Pepe Zaragoza, quien a sus 77 años revive la historia de un local que marcó a varias generaciones.
El próximo 25 de octubre, la familia celebrará la reapertura de la mítica discoteca Thamesis con una fiesta bautizada como 'Renacer'. Para Marco, no se trata solo de abrir una sala, sino de honrar la trayectoria de su abuelo, a quien considera un "visionario" del ocio nocturno.
En las últimas semanas, los vídeos de Marco en Instagram han generado gran expectación. En ellos habla de la reapertura, de cómo Thamesis fue un referente en Europa y de la figura de su abuelo como pionero.
Los orígenes
Uno de los vídeos más esperados ha sido la entrevista publicada en su canal de YouTube 'Thamesis Club', en la que Pepe recuerda los inicios, la magnitud del proyecto y la emoción de aquellos años.
El empresario explica que la idea de Thamesis nació por pura necesidad. Tras gestionar dos locales más pequeños, la demanda era tal que no cabían los clientes.
"La sala estaba siempre a tope, llegábamos a tener el doble de su capacidad. La gente quería más. Había muchas ganas de divertirse y no nos cabían en los locales que habíamos empezado", recuerda.
De un local de menos de 200 metros cuadrados pasaron en apenas diez años a uno de más de 5.000. El salto convirtió a Thamesis en un fenómeno social y en una referencia de la noche.
Cuatro salas, una piscina y un burger
El fundador señala que lo que más impactaba al público era el concepto, muy distinto a lo que se conocía en aquel momento.
No era solo una pista de baile, sino cuatro salas con diferentes músicas y ambientaciones, una sala de recreativos, una cafetería tipo burger de 600 metros cuadrados y hasta una sala para ver partidos de fútbol.
"Era un espectáculo completo. Multitud de salas, multitud de ambientes y multitud de posibilidades", resume. En total, Thamesis podía acoger entre 8.000 y 10.000 personas en una sola noche.
Autobuses de toda España
La magnitud del local atrajo a jóvenes de toda la península. Pepe recuerda con claridad la imagen de la carretera llena de autobuses.
"Venían de Valencia, Murcia, Cartagena, Almería, Yecla o Alcoy. Incluso venían turistas de Benidorm o Torrevieja", afirma.
El propio local organizaba viajes para facilitar el acceso, con billetes de ida y vuelta "para que los grupos de amigos no tuvieran que contratar por su cuenta un autobús".
Con el tiempo, incluso profesionales del ocio nocturno de toda Europa se acercaban para ver "una cosa tan distinta y tan espectacular".
La entrada: 500 pesetas
Uno de los recuerdos más llamativos de Pepe es el sistema de sorteos semanales. Con la entrada, que costaba 500 pesetas, -unos 3 euros actuales-, se incluía una consumición, el acceso a todas las salas y una participación para llevarse a casa un coche o una moto nueva.
"Por 500 pesetas podías tomarte un whisky, quedarte hasta el cierre el domingo y llevarte un coche. Los números se acumulaban, así que si venías veinte semanas tenías veinte participaciones", detalla el fundador.
El consejo para su nieto
Pepe asegura que lo más especial de aquella etapa fue ver la sala llena durante años, siempre sin incidentes graves.
"Lo más importante era que nunca hubiese una desgracia. Jamás hubo un problema gordo en el local", subraya.
De cara a la reapertura, le transmite un consejo claro a Marco: "Trabajar mucho, dedicarte mucho, poner mucha atención. El jefe tiene que ser el empleado más fiel y más trabajador de todos".
Pepe confiesa su ilusión por ver cómo la familia retoma el proyecto y espera que Thamesis vuelva a funcionar como lo hizo en sus mejores años. "Divertirse es poner ilusión, disfrutar de la música y evitar los problemas", concluye.
La reapertura de Thamesis será el 25 de octubre de 2025 con la fiesta Renacer, un viaje entre pasado, presente y futuro. Las entradas ya están disponibles a través del perfil de Instagram '@thamesisclub', aunque la primera remesa se ha agotado en pocas horas.
