La vuelta al cole llega como un momento complicado para muchas familias. Tras el verano y las vacaciones, en las que se suele gastar gran parte del presupuesto en viajes y comidas, toca hacer frente a una lista casi infinita de compras.
Los libros, el uniforme, la mochila o el estuche, son solo algunos de los gastos necesarios para afrontar la vuelta a las clases de los niños. Con esta previsión, muchas familias se hacen una pregunta inevitable: ¿cómo ahorrar en esta época del año?
Desde EL ESPAÑOL de Alicante, hablamos con Richard Gracia, experto en inversión y finanzas personales y CEO de El Método RICO, sobre cómo afrontar septiembre sin deudas. El asesor financiero pone el foco en la previsión y en "incluir este gasto en nuestro presupuesto".
La vuelta al cole sin deudas
Gracia subraya que lo más importante es la planificación con suficiente tiempo, idealmente a lo largo de todo el año. Advierte que septiembre, igual que Navidad o las vacaciones, es un "pico de gasto" previsible, y que conviene separar ese dinero con antelación.
"No hacerlo", explica, "nos lleva a endeudarnos, pidiendo préstamos que con los intereses pueden costar hasta un 20% más, y nos dejan siempre remando contracorriente".
El asesor financiero recomienda también ajustar el gasto a la realidad de cada familia. Mientras unas pueden afrontar estas compras sin problema, otras deben recurrir a opciones como libros de segunda mano o buscar "chollos" en material escolar.
Además, insiste en hacer partícipes a los niños para que comprendan que "no puede ser todo".
Plantea como ejemplo establecer un presupuesto cerrado, como por ejemplo 100 euros para mochila, uniforme y estuche, y explicarles que, si gastan más en un artículo, otro tendrá que ser más económico.
Este ejercicio, dice, ayuda especialmente a preadolescentes y adolescentes a entender el valor del dinero.
Calidad y presupuesto
Gracia reconoce que la "lucha interna entre gastarlo ahora o ahorrarlo" se multiplica con los hijos, porque los padres siempre quieren darles lo mejor.
Sin embargo, insiste en que la disciplina es clave para mantener unas finanzas equilibradas.
Su consejo principal es el preahorro: apartar un 10% o 15% del ahorro al inicio de mes y transferirlo a otra cuenta para evitar la tentación de gastarlo.
"El mínimo ejercicio de presupuestación y el preahorro son fundamentales para tener unas finanzas sanas en general, tanto con niños como sin niños", afirma.
No apuesta por presupuestos medidos "al milímetro", pero sí por tener una "mínima idea" de en qué se va el dinero y cuánto se puede permitir cada familia.
Cuándo pedir un préstamo
El asesor financiero es tajante: "Lo ideal, desde el punto de vista de la educación financiera, es no endeudarte nunca para gastos".
Considera que hacerlo para vacaciones, material escolar o incluso para reparar un electrodoméstico "no debería ocurrir si la planificación financiera es adecuada".
Explica que solo tendría sentido endeudarse para invertir o para comprar una vivienda, ya que esta es un activo que gana valor con el tiempo.
En su opinión, recurrir a préstamos para caprichos como "un iPhone, unas vacaciones o material escolar" es "un despropósito" y "no tiene ningún sentido".
Sobre la compra de la primera residencia, aclara que no se trata de un gasto superfluo, sino de una inversión.
"La vivienda propia, si se hace bien, es una buena inversión que acaba superando incluso los intereses de la hipoteca", asegura.
Educación financiera desde la infancia
Para Gracia, la vuelta al cole puede ser también una oportunidad para enseñar a los hijos conceptos básicos de educación financiera.
Recomienda fijar un presupuesto y decidir con ellos cómo gastar ese dinero. "El dinero es finito, no puedes gastar todo lo que quieras siempre que te venga en gana", recuerda.
El asesor defiende también el uso de la paga como herramienta educativa, con diferentes fórmulas según la edad: desde gestionarla solo para caprichos hasta vincularla a tareas o pequeños proyectos de emprendimiento.
En los adolescentes, anima incluso a que usen sus propios ahorros para comprar material escolar, o a que aprendan a reutilizar si no han ahorrado lo suficiente. "Es un recorrido, no se les puede dar toda la responsabilidad de golpe", puntualiza.
Lamenta la falta de formación financiera en la infancia y destaca que la diferencia se nota en la universidad.
Como profesor en la escuela de negocios y management en Valencia (EDEM) , ha visto cómo los hijos de empresarios llegan a los 18 o 20 años con mucha más preparación en inversión y gestión del dinero, porque "se hablaba de dinero en casa", concluye.
