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Carla Hernández tiene 23 años, es de Alcoy y acaba de iniciar un máster en Comercio Internacional en la Universidad de Alicante (UA).

Tras cinco años en Córdoba estudiando un doble grado, ha regresado a su tierra para continuar su formación.

Pero lo que debería haber sido un paso ilusionante se ha convertido en una auténtica carrera de obstáculos: encontrar una habitación en alquiler cerca de la universidad.

Desde EL ESPAÑOL de Alicante hemos hablado con Carla Hernández para conocer su experiencia, que refleja una situación generalizada entre los estudiantes que llegan cada año a San Vicente del Raspeig.

"Es bastante fuerte. He visto habitaciones por 300 euros donde no cabía ni una cama de 90", resume con contundencia.

Precios imposibles

La diferencia con respecto a lo que pagaba en Córdoba es abismal. En Andalucía no superaba los 200 euros mensuales, mientras que en Alicante las cifras se disparan.

"La zona de San Vicente se aprovecha mucho de que es una ciudad universitaria", explica Carla, que ha visto cómo los precios se sitúan entre los 250 y los 300 euros.

Pero no solo es una cuestión de precio: "Muchas habitaciones son minúsculas, no puedes ni meter tus cosas, y eso que pagas lo mismo o más".

A esta presión económica se suma la dificultad de trabajar mientras se estudia. "Es muy complicado encontrar un trabajo allí, y como estudiante normalmente no tienes ingresos, así que el alquiler se convierte en una carga para los padres. Y si no tienes beca, aún más".

Alquileres con prisa

La alta demanda complica aún más el proceso. Carla recuerda cómo, en pleno julio, los grupos de WhatsApp se saturaban de estudiantes buscando piso. "Los propietarios iban con muchísima prisa. Era: ‘O firmas hoy o mañana ya no está disponible’. No te daban tiempo a pensarlo".

Entre las condiciones que se encontró, hay una que le llamó especialmente la atención: una cuota de limpieza de 44 euros.

"El casero decía que era para asegurarse de que el piso estaba limpio cuando llegáramos y cuando nos fuéramos, pero a mí me pareció rarísimo. Nunca había visto eso. Creo que es algo que debería asumir él".

Además, señala que el propietario se mostró "super reacio a explicar en qué consistía realmente".

Finalmente, y tras semanas de búsqueda, Carla ha conseguido encontrar una opción razonable: un dúplex reformado, con dos baños y bien ubicado, a apenas dos minutos de la universidad. Comparte piso con tres compañeros y paga 250 euros.

"Es lo mínimo que se paga últimamente en San Vicente", apunta.

El coche, casi obligatorio

San Vicente es el destino principal para los estudiantes de la UA. Carla lo tiene claro: "Si vives en Alicante puedes tardar mucho más tiempo en llegar a clase".

Y para quienes, como ella, vienen de localidades cercanas como Alcoy, el transporte público no es una solución viable. "Tienes que cogerte un piso allí sí o sí, a no ser que tengas coche".

Una demanda disparada

La experiencia de Carla no es un caso aislado. Alberto Añaños, CEO de Live4Life, -una plataforma especializada en alquileres para estudiantes-, explica que el perfil universitario ha pasado de ser el menos deseado a convertirse en el más buscado por los propietarios.

El CEO de Live4Life, Alberto Añaños

"Cuando empezamos, el estudiante era casi un apestado. Hoy es el perfil con menos impagos y menos problemas", afirma.

Uno de los principales cambios que ha observado es el auge del alquiler por habitaciones, que ya supone el 80 % de sus reservas.

"Antes venían grupos y alquilaban un piso entero. Ahora la mayoría busca habitaciones individuales. Pero eso tiene un coste: alquilar por habitaciones puede ser un 10 % más caro".

Añaños también advierte que los precios están en pleno ascenso. En Valencia ya se pagan de media 400 euros por una habitación, y en Alicante, 320. "El que no se espabile, llegará septiembre y no tendrá casa. Tendrá que irse a otra universidad o al área metropolitana", avisa.

Según los datos

Los portales inmobiliarios confirman esta tendencia. Según Idealista, el precio medio de la vivienda en San Vicente del Raspeig es de 1.727 €/m2, un 11,6 % más que en junio de 2024.

En la zona de Haygon - Universidad, la más cotizada por su cercanía al campus, el precio asciende a los 1.914 €/m2.

Desde este diario hemos realizado una búsqueda en Idealista para comprobar los precios reales de las habitaciones en alquiler.

Hay 186 anuncios activos en San Vicente, aunque solo 18 se concentran en la zona universitaria.

En Colonia Santa Isabel, -barrio cercano pero con mala fama entre los locales-, se piden 295 euros por una pequeña habitación con cama de 90 cm, en un piso sin salón compartido y con normas claras: "Piso tranquilo, pero no para socializar".

Una habitación compartida en San Vicente del Raspeig Idealista

¿Las condiciones? Dos meses de fianza más el primer mes por adelantado.

La historia de Carla Hernández es la historia de muchos. Cada verano, miles de estudiantes se lanzan a una búsqueda contrarreloj para encontrar un lugar digno donde vivir mientras estudian.

Lo hacen en un mercado tensionado, con una oferta insuficiente, precios al alza y condiciones cada vez más exigentes. Y lo hacen, en muchos casos, sin alternativa.

La subida de precios explica que ahora cada vez más estudiantes se decanten por una ciudad u otra para estudiar, en función de si podrán pagar el alquiler durante el curso.