Alicante
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La primavera es una de las estaciones más esperadas del año. Las temperaturas suben, los días se alargan y los paisajes se tiñen de color. Pero, mientras unos celebran la llegada del buen tiempo, otros la maldicen entre estornudos y ojos llorosos.

Para las personas con alergias, especialmente al polen, esta época es sinónimo de molestias y visitas al médico.

Y no son pocos. La polinosis, como se conoce a la alergia al polen, afecta ya a un 15% de la población, cifra que se dispara hasta el 30% entre los jóvenes.

En ciudades, el problema se agrava: la contaminación potencia los efectos del polen, convirtiendo las urbes en auténticas trampas para los alérgicos.

De hecho, según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), seis de cada diez consultas en alergología están relacionadas con la rinitis y la conjuntivitis alérgica. Y la OMS advierte: en 2025, la mitad de la población mundial podría sufrir algún tipo de alergia.

Cómo proteger tus ojos

En este contexto, proteger la salud ocular se vuelve clave. El doctor Juan Miguel Tomás Torrent, oftalmólogo en los hospitales Vithas de Valencia, ofrece una serie de consejos para sobrevivir a la primavera sin que tus ojos paguen el precio.

Su primera recomendación es sencilla pero eficaz: evitar salir al aire libre durante las horas de mayor concentración de polen, que coinciden con las primeras horas de la mañana y el atardecer. Un pequeño ajuste en la rutina que puede marcar la diferencia.

Además, advierte sobre un gesto muy común ante el picor ocular: frotarse los ojos. "Este gesto puede empeorar la irritación o incluso causar pequeñas lesiones", señala el doctor.

En su lugar, propone utilizar lágrimas artificiales sin conservantes, que no solo alivian los síntomas, sino que también mantienen la superficie ocular limpia e hidratada.

La importancia de la higiene

La limpieza también juega un papel fundamental. "Es recomendable limpiar suavemente los párpados y las pestañas para eliminar cualquier resto de alérgenos acumulados y prevenir infecciones como la conjuntivitis o la blefaritis", aconseja el especialista. Una rutina sencilla que puede evitar complicaciones mayores.

En cuanto al uso de lentes de contacto, Tomás recomienda limitarlo durante los episodios alérgicos. "Lo ideal es utilizar lentes desechables diarias o, si es posible, prescindir de ellas temporalmente, ya que pueden retener partículas de polen y agravar la sequedad ocular", añade.

No todo es alergia

Por último, el doctor subraya la importancia de no subestimar las molestias oculares. "No todos los síntomas son provocados por la alergia", recuerda.

Una infección ocular, por ejemplo, requiere un tratamiento completamente distinto, por lo que acudir al especialista ante cualquier síntoma persistente es esencial.