Alicante
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Benidorm en 2035 seguirá brillando como "el gran laboratorio turístico de Europa", pero con una imagen renovada, tecnológica y aún más icónica. Su skyline de rascacielos frente al Mediterráneo, sus playas repletas de vida y ese inconfundible aire de 'Las Vegas europea' no solo se mantendrán, sino que se modernizarán para afrontar los retos de la próxima década.

Según la inteligencia artificial, la esencia de Benidorm no cambia, pero sí su envoltorio: más verde, más digital y más global.

En un momento en que la inteligencia artificial se consolida como una herramienta clave para prever tendencias y anticipar cambios, desde EL ESPAÑOL de Alicante hemos querido ponerla a prueba.

La IA no tiene la verdad absoluta, -y conviene recordar que el futuro siempre guarda sorpresas-, pero sí ofrece una visión basada en datos, proyecciones y patrones que ya se están dibujando en la actualidad. Por eso le hemos preguntado: ¿cómo será Benidorm dentro de 10 años? Y esta ha sido su respuesta.

"Benidorm no solo sobrevive, se reinventa cada década", asegura la IA, que traza un futuro donde la sostenibilidad y la tecnología se convierten en ejes centrales.

La ciudad, explica, se verá empujada por las normativas europeas y la creciente presión social a reducir su huella ecológica. "Veremos más hoteles energéticamente eficientes, transporte público eléctrico y quizás hasta limitaciones al turismo masivo en temporada alta", predice.

El modelo de sol y playa seguirá siendo la base, pero con un toque de eco-glamour que atraerá a un visitante más exigente.

Además, Benidorm dará un salto decidido hacia la digitalización total. Según la IA, las playas contarán con sensores que permitirán controlar la ocupación en tiempo real, los pagos en chiringuitos y comercios serán completamente digitales, y los turistas disfrutarán de experiencias personalizadas gracias a aplicaciones móviles.

"Si hoy te parece moderno, en 2035 será casi como moverte por un parque temático tecnológico", sentencia la inteligencia artificial.

El perfil del visitante también evolucionará. Aunque los británicos seguirán fieles a su refugio alicantino, se espera un aumento de turistas procedentes de Europa del Este y Asia.

"No solo jubilados: más jóvenes, teletrabajadores que buscan largas estancias y turistas que combinan ocio con salud", apunta la IA, que anticipa un auge del turismo deportivo y de bienestar.

Y no faltarán nuevas muescas en el ya impresionante skyline de la ciudad. Los próximos diez años traerán proyectos arquitectónicos que seguirán desafiando la gravedad y reforzando la imagen de Benidorm como el 'Manhattan mediterráneo'.

A esto se sumará una apuesta decidida por los grandes eventos. La ciudad buscará consolidarse como sede de festivales, congresos y citas deportivas que llenen sus hoteles y calles más allá del verano y los fines de semana.

"Imagina un Benidorm Fest todavía más grande o incluso algún evento deportivo internacional", aventura la IA.

Así, en 2035, Benidorm seguirá siendo esa mezcla irresistible de modernidad desvergonzada y encanto popular. Pero lo hará bajo un prisma nuevo: más verde, más inteligente y más preparada para seguir reinando en el turismo europeo.