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Laura lleva con orgullo las casi tres décadas en la cofradía Cristo El Morenet de la ciudad de Alicante. Y no ha sido hasta este sábado que ha podido llevarlo por primera vez en el viacrucis con el que sale esta imagen por el mar. "Ahora es tan difícil encontrar costaleros", razona.

Y no es que le falten, como puntualiza rápidamente: "Los tenemos, pero cuesta mucho". La cofradía que preside Laura Méndez Jaén es de las jóvenes en la Semana Santa alicantina ya que surgió oficialmente en noviembre de 1996.

Un año después, Laura decidió apuntarse a la que define como "una cofradía muy, muy humilde", la del barrio marinero que le aporta "una idiosincrasia muy marcada". Con eso se refiere a que "es difícil cambiarle sus pensamientos, sus tradiciones" porque "son barrios de personas muy mayores".

Así lo ha vivido ella misma: "Les cuesta mucho asimilar que tenga una persona joven a involucrarse". Uha idea en la que siente que "he conseguido cambiarles un poco ese pensamiento demostrando que se va a trabajar. Se va a mejorar lo que se tiene".

Aquella adolescente que recuerda ahora para EL ESPAÑOL se formó "en una cantera de costaleros". Un plan que en la actualidad sería más complicado porque, como concede, encontrar a estos pilares de la fe ya no es tan fácil, "salvo ciertas hermandades".

De las seis personas que se encargaban a finales del siglo pasado de sacar en procesión la oscura imagen del crucificado se ha llegado a las veinticuatro. Un salto que se fue dando progresivamente porque "éramos tantos los costaleros que queríamos" que se ajustó para dar cabida a todas aquellas personas que se ofrecían.

En estas casi tres décadas, Laura subraya que "me han recibido con los brazos abiertos". Y aún así matiza que "todo cuesta todo, siendo mujer te cuesta un poquito más" porque "siempre hay que demostrar el trabajo, la labor que haces". A pesar de ello también concede que "siempre tienes puertas que se abren y que te ayudan mucho a seguir".

Esa voluntad es la que ha hecho que este pasado fin de semana haya sido tan especial al "embarcar junto al Cristo en un pequeño paseo por el Postiguet". Un acto para el que le faltan adjetivos para transmitir la belleza y emoción que sintió con momentos como las flores y hojas de laurel con que recordaban a las personas y otros cofrades fallecidos. 

"La verdad que ese acto recomendamos que a la gente no se lo pierda, es muy bonito y todavía está bastante desconocido", concede. A pesar de que llevan más de veinte años haciéndolo.

Ahora el foco lo tienen puesto en la procesión del Lunes Santo y en saber si podrán coger la pasarela blanca del paseo del Postiguet, un plan para el que tienen pensado ya un itinerario alternativo: "Hay pocas cosas más alicantinas que la Rambla y El Morenet debe ir por la Rambla".