Alicante

Santa o Javier Santacruz, como así se llama este alicantino de 23 años, está un paso más cerca de conquistar a los coaches de La Voz. Este viernes, el talent show musical más importante de la televisión comienza con la fase de directos, y necesita de la ayuda del público para elegir al mejor artista de la noche

Javier, que con solo 23 años ha recorrido ya millas, ha vivido en Dinamarca trabajando y componiendo, es un prodigio que se han disputado tanto Laura Pausini, Pablo López, Antonio Orozco y Luis Fonsi, en una gala que dio mucho que hablar y donde finalmente Santa optó por Pablo López como Coach.



Su pasión por la música empezó con 6 años, cuando cogió su primera guitarra y comenzó a volar para superar, como muchos chicos de su generación, circunstancias personales complicadas como la separación de sus padres.

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De una familia que siempre le potencio desde pequeño, su talento y su fuerza en el amor por la música y la vida, le ha llevado a vivir en Dinamarca en los que creando, componiendo, enseñando y respirando con cada letra, acorde, melodía, canción… ha crecido personal y musicalmente como una verdadera terapia.



Una actuación que ha enamorado a la cantante Laura Pausini, quien, en sus propias palabras le dijo en su primera actuación en el plató que “Quiere que la voz de Javier haga el amor con su alma”, añadiendo que ya es su favorito de todas las ediciones.

Sin dar una sola clase de música, en escuelas o conservatorios, Javier Santacruz, es músico autodidacta, toca de oído desde que sus padres le regalaron su primera guitarra a los 4 años, lo que él describe como el error más bonito de sus vidas, puesto que es su motivo de vivir y de luchar.

Sin abandonar su pasión por la guitarra, Javier toca a la perfección el piano, el bajo y la percusión. Tanta es su pasión, que cuando amigos de la familia reconocieron su talento con solo 5 años, sus padres optaron por llevarlo a clases extraescolares de música, donde el ya músico rebelde, tras su primer día nunca más volvió porque, en sus propias palabras, “a él no le gustaba esa música, sino la que él hacía en casa”.



Javier, gimnasta y surfista para guardar ese físico que le permite ser feliz, es además cercano, hiperactivo y único. Pero sobre todo ha sido descrito ya como una voz única y novedosa, que “huele a nuevo”, en palabras de su Coach, a este mundo de la canción en el que creíamos que estaba todo visto, y desde Alicante, su tierra que ama.