Alicante

La actividad del parapente podría llegar a su fin tal y como se lleva practicando desde hace 35 años desde el cabo de Santa Pola. El Ayuntamiento se ha posicionado del lado de los vecinos de la urbanización próxima a la pista de lanzamiento y aterrizaje, que denuncian inseguridad, allanamiento de sus instalaciones y otros incidentes por parte de unos deportistas que rechazan cualquier acusación. De hecho, recuerdan que ellos estaban primero, ya que la construcción en este entorno natural llegó después, hace 20 años, con la cual se les ha bloqueado la zona de acceso. La polémica está servida. 

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"Aquí se vuela desde que aquí solo había un camino de tierra", rememora David Castillejo, portavoz de la Asociación Parapente de Santa Pola, entidad que mantiene el pulso a los vecinos y, ahora también, con el consistorio, desde hace dos décadas.

Un consistorio (gobernado por el PP) que hace unas semanas publicaba en sus redes sociales un vídeo de una cámara de seguridad instalada por los vecinos. En él se ve cómo un parapentista falla en su vuelo y acaba estampándose con una de las vallas de la urbanización. 

De hecho, este vídeo está sirviendo a los vecinos para denunciar "la peligrosidad que generan los accidentes en la zona", así como que están utilizando "de manera irregular el paso en las urbanizaciones para acceder al cabo".

¿Cuántos accidentes como este se han producido? Le preguntamos a Castillejo. "Solo ha habido dos, ese del vídeo que ocurrió hace año y medio y otro del año pasado cuando otro parapentista cayó en la calle y su parapente cayó en un tejado", responde. "Pero no ha habido más, como se podría ver en los informes de estadística de la federación", alega. 

Un parapentista sobrevuela el cabo de Santa Pola, con la isla de Tabarca al fondo. Parapente Santa Pola

Sobre los otros incidentes que los vecinos denuncian y el Ayuntamiento se ha hecho eco, como "que los deportistas se meten donde les da la gana, hasta en las piscinas de los vecinos", explicaba la alcaldesa Loreto Serrano a este medio, ellos también niegan la mayor. "Nosotros somos deportistas y no vándalos, si alguien ha hecho algo así, que lo denuncien, pero que no nos inculpen a nosotros", defiende desde el club, con 60 socios que coordinan una actividad que llega a reunir a 5.000 parapentistas al año

Un tercer conflicto tiene que ver con la salubridad. Y es que, con tanto deportista en una zona común de salto, no tienen dónde hacer sus necesidades. ¿Qué hacer? Para solucionar este y otros conflictos, la primer edil afirma que llevan tres años mediando entre ambas partes para resolver el conflicto, estableciéndose un convenio que pasa por instalar un aseo portátil, una persona que controle los vuelos en todo momento y que los parapentistas tengan un seguro de responsabilidad civil. "El seguro es para cuando se caen y rompen algo de los vecinos, para que se arregle", argumenta Serrano. 

Posturas estancadas 

Estas peticiones, junto con otra veintena, se pusieron sobre la mesa y se firmaron por todas las partes hace unos años en un convenio por el cual los vecinos podían hacer el muro que solicitaban a cambio de que los parapentistas puedan acceder a la pista "sin problemas", porque "no hay otra forma de acceder que no sea a través de la urbanización", recuerda Castillejos. 

¿Qué ha pasado con ese convenio? "Que se niegan, dicen que no", asegura la alcaldesa. "No es verdad, no nos hemos negado, les contestamos el año pasado por escrito pero no nos han dicho nada nuestro escrito", defiende el portavoz de los parapentistas.

"Solo somos deportistas que practicamos este deporte en un club muy pequeño, por lo que no tenemos fuerza ni capacidad económica para poner baños ni para poner un controlador", asegura. "Y sobre el seguro, si ya lo tenemos por estar federados, tanto el de accidente, como el de rescate y el de responsabilidad civil, por lo que no sabemos por qué insisten", añade. 

Varios parapentistas en el cabo de Santa Pola.

"No nos negamos a ningún punto y les propusimos probar con poner el aseo portátil durante los meses de verano, que es cuando hay más vuelos, pero no nos contestaron", afirma Castillejos. 

Sin camino de acceso 

Sin, de momento, vías de solución, el conflicto lleva enquistado tanto tiempo que ha dado tiempo a la celebración de juicios y a la modificación del PGOU. 

"Antes, la única calle de acceso que había para poder tirarnos era una calle púbica con alumbrado y todo", explica David Castillejos. "Pero en el año 2005 se modifica el PGOU y se le cede a la urbanización, lo cual acabó en juicio", insiste esta fuente. "En primera instancia lo ganamos pero al recurrirlo el Ayuntamiento la calle pasó a ser privada y nosotros nos quedamos sin acceso a la zona de parapentes en 2008", aduce. 

La zona desde donde despegan y aterrizan los parapentistas.

"Finalmente, conseguimos que el Ayuntamiento nos diera una ruta de acceso alternativa, pero de 250 metros que se comprometieron a realizar, se quedaron por la mitad hasta hoy y para llegar nos hemos tenido que buscar la vida porque el acceso no está en condiciones", insiste el representante de la Asociación de Parapente de Santa Pola. 

Tampoco, dicen, están en condiciones la pista. "Es un secarral de piedras que no se ha tocado en 35 años", denuncian. Por ello reclamaron al consistorio "acondicionarlo" y "nos han dicho que para ello tenemos que firmar el convenio, como ya hemos hecho". "Les hemos escrito infinidad de veces para que mejoren la pista, pero nunca responden y si al final nos tocaría hacerlo a nosotros y no tenemos dinero; si fuéramos un club de fútbol es como si el Ayuntamiento nos pidiera que construyéramos nuestro propio estadio", justifican. 

Mientras, en 2017, los vecinos solicitaron permiso de obras para la construcción de un muro que, en la práctica, evitaría esta práctica deportiva. El Ayuntamiento, ante la tensión evidente, reunió a ambas partes para buscar una solución satisfactoria, firmándose así el convenio antes citado.

¿Se prohibirá?

Con la tensión por las nubes en la actualidad, vecinos, parapentistas y el consistorio volverán a reunirse a mediados de septiembre, tras las fiestas patronales de la localidad. ¿Podría llegar a prohibir esta práctica el Ayuntamiento en su ubicación actual? "Claro que podemos, desde el punto de vista legal es suelo público y se hará lo que diga el Ayuntamiento", responde la alcaldesa Loreto Serrano

"No estamos viendo por parte de ella o de los vecinos predisposición de llegar a nada. Solo quieren cortar con la actividad y si es así, tendremos que ir por la vía legal", avisan los parapentistas.