Elche

Elche da un paso más para sumarse al modelo del 'cohousing' o covivienda que triunfa en otros países de Europa, por el cual los integrantes de una comunidad de vecino comparten espacios comunes a la vez que cuentan con sus casas totalmente independientes.

[Vivir en un ‘cohousing’: mucho más que compartir lavadora y huerto]

Este pasado lunes por la noche, los posibles inquilinos e inquilinas se reunieron con los promotores de esta iniciativa para valorar entre cinco opciones. La idea no es otra que la de seleccionar entre cinco edificios de la zona centro de Elche para que, en función del que mejor atiendan a sus necesidades, comprarlo y rehabilitarlo

Se ha optado por esta zona de la ciudad, que incluye el casco histórico, la zona del Corazón de Jesús y la de Ciudad Jardín, en Altabix, porque permite "un desplazamiento a pie a los principales servicios de la ciudad", explica Prudencio López Vicedo, coordinador de la red de especialistas en vida sostenible cohousing. ¿Qué es esta red exactamente? Le preguntamos. "Es una cooperativa de trabajo de profesionales especializados en este tipo de propuestas habitacionales".

Así que este lunes se reunieron en la cafetería de El Corte Inglés de Elche, donde suelen quedar todos los lunes, para seguir avanzando en la puesta a punto de una inversión que ya empieza a definirse, más allá del distrito del municipio. Tendrá, cuenta, entre seis y ocho viviendas o unidades de convivencia.

No exclusivo para mayores

La intención de la cooperativa es que sea intergeneracional -y no para personas mayores, como se tiene entendido- y que comprenda en un mismo bloque a familias monoparentales, con hijos y mayores, donde prime la conciliación familiar. "La intención es que el grupo de personas que decida convivir sea de diferentes edades para evitar que, con el tiempo, sean todas personas mayores", asegura. 

Otro de los objetivos es el de dar valor a las zonas comunes, por lo que en el caso de Elche es probable que uno de los servicios propios de la comunidad sea la de un huerto ecológico en la terraza, donde hay unos 100 metros cuadrados disponibles, estima, así como otras zonas comunes pero más pequeñas. 

Se trata, en todo caso, recalca, de una decisión comunitaria, ya que en otras propiedades ha primado la creación de una cocina, una zona de coworking para trabajar, de ocio, o pensada para acoger a las personas cuidadoras, en caso de que las hubiera. 

¿Y cómo se va a decidir las zonas comunitarias o, en última instancia, el edificio a rehabilitar? Con la sociocracia, responde. Es una forma "compleja", defiende, de toma de decisiones que se basa "en el consentimiento tras trabajar todas las propuestas". Una especie de metodología para autoorganizarse y autocorregirse por la cual se decantan por una opción. Quien no esté de acuerdo "lo acaba aceptando por el bien común", aclara. 

¿Cuánto cuesta?

Una de las grandes preguntas que suscita este modelo de covivienda es cuánto cuesta. Los cálculos de la cooperativa giran en torno a los 150.000 euros por cada una de las viviendas o unidades de convivencia. "Esto es un 20 o 30% menos de lo que costaría vivir en el centro de Elche", asegura, un barrio históricamente caro.

En este precio se incluiría lo que cuesta comprar el edificio, rehabilitarlo, la gestión de la operación y los espacios comunes, sin contar los impuestos. "Y habría que incluir la ventaja añadida de los fondos Next Generation", avanza, la línea de ayudas de la Unión Europea tras la pandemia que ponen el acento, añade, "en este tipo de soluciones de rehabilitación de viviendas" y, por lo tanto, "puede haber ayudas importantes". 

Prudencio López también aclara que si, "por cualquier circunstancia" el inquilino se queire marchar de la vivienda en cualquier momento, "puede recuperar su capital invertido". 

El caso de Alicante

El proyecto Ágora de Alicante, sobre plano.

En Alicante ya han dado más pasos que en Elche con el proyecto Ágora por el cual la Generalitat Valenciana ha cedido una parcela de suelo público en el barrio de Rabasa para la construcción de 18 viviendas de cesión en uso durante 75 años.

"Hablamos de jóvenes, mayores y varias familias con hijos pequeños", aclara. El coste total va a ser de unos 120.000 euros, del cual una parte lo pagan los propios socios para que se lleve a cabo el proyecto y otra por el coste de uso, como si fuera un alquiler. 

Lo único que falta es que la Generalitat haga un convenio de garantía para el préstamo bancario para que la concejalía de que Urbanismo de Alicante, donde ya han presentado el proyecto, les conceda la licencia de obras. De esta forma, se convertirían en la primera ciudad de la Comunitat Valenciana, y la tercera en España, donde se realiza un proyecto cohousing.