Alicante

Alicante recupera este año sus aclamadas Hogueras de San Juan después de dos años de parón a causa de la Covid-19. Desde su inicio en 1928 solo han sido canceladas en dos ocasiones, durante la Guerra Civil y la pandemia del coronavirus. La fiesta más querida de los alicantinos, que siempre ha estado relacionada con la crítica social de la época, hubo un tiempo que no fue 'plato de buen gusto' para todos

En junio de 1928 tuvieron lugar las primeras Hogueras de San Juan oficiales, también conocidas como Fogueres de San Chuan, en valenciano popular. Sin embargo, el origen de la fiesta es todavía más remoto porque en la tradición pagana ya se hacían rituales con fuego en esas fechas para ahuyentar las malas energías y atraer buenas cosechas. Más tarde con la llegada de la Iglesia, se aprovechó que la festividad coincidía con el santo de San Juan (24 de junio) para darle un significado religioso

El periodista alicantino David Rubio recoge en la web de Alicantepedia que ya en el siglo XVIII la costumbre había pasado del campo a la ciudad, donde la Nit del Foc los alicantinos aprovechaban para "quemar muebles viejos, beber alcohol y estallar la pólvora". 

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Los años pasan y la tradición se extiende por la ciudad, que ya no solo se celebra como sinónimo de fiesta, sino que ya aparecen las primeras críticas sociales y políticas de la época.

Los dueños de los muebles los esculpían con formas de personas y animales, se podría decir que eran los antepasados de los ninots. Sin embargo, la fiesta no gustó mucho a las autoridades y políticos de la época que veían como año tras año, la fiesta se convertía en un desmadre. Por este motivo, decidieron poner algunas medidas como la del toque de queda.

Hoguera Ruperto Chapí 1929 y 1930. Alicantepedia

En 1881 todo se descontroló porque entre otras cosas, al por aquel entonces alcalde de la ciudad, Carlos Chorro, se le olvidó publicar el bando municipal que prohibía concretamente las celebraciones callejeras durante el día 24. El descontrol de aquella noche fue tan fuerte que hasta el propio regidor de la ciudad se vio obligado a dimitir.

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No fue hasta años después cuando un funcionario de Correos, el gaditano José María Py, propuso al alcalde de la ciudad dejar de luchar contra la fiesta popular y unirse a ella. Resulta que este impulsor de las Hogueras había vivido en Valencia y le pareció buena idea hacer en Alicante algo parecido a las Fallas de Valencia. Gracias a la presión popular y un artículo en La voz de Alicante, el alcalde Julio Suárez-Llanos aceptó la propuesta. 

Ninot realizado por el artista José Marced (1928).

Según explica David Rubio en su libro 'AQUI Nuestra Historia' había en aquel momento nueve primeras comisiones fogueriles. En 1928 la hoguera ganadora fue la de Benalúa con Parada y fonda o El tranvía, una obra de los artistas Gastón Castelló, José Such y José Merced.

Con la Guerra Civil española, las Hogueras de Alicante estuvieron muy cerca de desaparecer, pero dos años de parón no fueron suficientes para eliminarlas. En 1939, se decidió plantar una sola hoguera 'simbólica' en el Mercado Central. La Fuga fue un monumento homenaje al terror de los alicantinos durante esos años. Por alguna extraña razón, la obra del artista Francisco Muñoz pasó la censura franquista. 

Al año siguiente la ciudad de Alicante recuperó sus Hogueras, que no habían sido suspendidas hasta el año 2020 con la pandemia del coronavirus. Este año las mascletàs, las Hogueras y la fiesta han vuelto a resonar en la ciudad y los alicantinos celebran la vuelta de una de sus fiestas más amadas.