Alicante

Alicante está pasando por uno de los abriles más lluviosos de toda la historia. La madrugada del pasado lunes, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) registró un total de 2000 descargas eléctricas en el litoral del Mediterráneo.

De hecho, uno de estos rayos cayó sobre la azotea del edificio Balcón de Poniente de Benidorm, provocando probablemente el incendio en uno de los cuartos de contadores del mismo. Los bomberos pudieron apagar el incendio rápidamente sin que nadie saliera herido, y uno de los vecinos de la zona grabó lo ocurrido y lo difundió a través de redes sociales.

La causa de este temporal se debe a la inestabilidad provocada por la borrasca Lola, situada al oeste de la península ibérica, que ha ido dejando restos de franjas de inestabilidad por toda España, así lo explica el director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante (UA), Jorge Olcina. Añade además que las aguas del Mediterráneo ya están acumulando calor durante esta época del año, lo que favorece la formación de tormentas con aparato eléctrico.

La inestabilidad temporal y la formación de tormentas son algo común en el mes de abril. Pero, el año 2021 está siendo un año algo peculiar en cuanto al tiempo se refiere en el litoral Mediterráneo. Puesto que, “este ha sido el mes de abril más húmedo, en cuanto a precipitaciones se refiere, de los últimos 20 años”, afirma el experto en climatología de la UA.

Previsiones para el futuro

Parece que el tiempo no logra estabilizarse, y las previsiones avisan de la posibilidad de la creación de nuevas tormentas eléctricas en los próximos días, al menos hasta el miércoles, sobre cualquier punto del litoral Mediterráneo. “De cara al fin de semana, incluso a principios de la semana que viene, seguiremos bajo los efectos de la inestabilidad atmosférica”, confirma así Olcina la peculiaridad de esta primavera.

Desde los años 80, el mar Mediterráneo ha incrementado su temperatura en 1,3 grados, el doble de lo que lo ha hecho el aire en el mismo intervalo. Asimismo, lo que más preocupa a Jorge Olcina es el calentamiento de las aguas. Esto sí que distorsiona los fenómenos atmosféricos; hace que las nubes tengan más energía, y que por lo tanto descarguen más aparato eléctrico. Lo que provoca grandes cantidades de agua cayendo en un tiempo récord. “Empieza a haber indicios claros entre la vinculación del calentamiento de las aguas del Mediterráneo y estos fenómenos atmosféricos”, afirma el climatólogo. 

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