El apuñalamiento a un hombre norirlandés el pasado 15 de junio en Orihuela Costa es el último episodio violento de una mafia irlandesa que trafica, roba y asesina en el sur de la provincia.
La víctima no fue un turista que disfrutaba de unos días de vacaciones en la Vega Baja. El hombre que fue gravemente herido en la calle Jalón era uno de ellos.
Se trata de Dan McMeekin, un criminal reincidente de 29 años, natural de Irlanda del Norte, ligado a la mafia de la zona y con un amplio historial delictivo.
Según fuentes cercanas al caso, el hombre ya ha sido dado de alta del Hospital de Torrevieja y el suceso está siendo investigado por la Policía Judicial del Pilar de la Horadada para esclarecer los motivos del ataque.
Este norirlandés ha sido visto por numerosos vecinos participando en robos en viviendas de la zona de Orihuela Costa y estaría vinculado a organizaciones criminales dedicadas al tráfico de drogas en la comarca.
La prensa británica destaca que había sido acusado de varios delitos de violencia de género en su país y lo describe como una persona vulnerable por ser un adicto a las drogas y al alcohol.
Su alocada vida y su incapacidad para estar sobrio le hacen un miembro prescindible dentro del mundo criminal, más aún teniendo en cuenta que es un testigo clave en el caso del asesinato del norirlandés John George.
El crimen de este hombre de 37 años en Rojales el pasado mes de diciembre alcanzó repercusión internacional por las extrañas circunstancias que rodearon su muerte.
Tras estar desaparecido durante semanas en diciembre en Orihuela Costa y generar un movimiento de masas en Irlanda del Norte, con la movilización de familiares, amigos y especialistas a Alicante para su búsqueda, su cadáver finalmente apareció en enero en un campo de limones de Rojales.
Testigo clave
A pesar de que el caso ha sido cerrado y McMeekin no ha sido acusado, este podría tener información clave que implicaría a nuevos sospechosos.
De hecho, los abogados de la familia George lo citaron a declarar tras una ansiosa espera para conocer su versión de los hechos el pasado 31 de enero, aludiendo a que aprovechara la "última oportunidad para confesar". Si bien el día que acudió al juzgado tuvo que retirarse por no estar en condiciones de declarar.
Dan McMeekin en Benidorm.
Según pudo saber este diario, McMeekin fue una de las personas que vio con vida a John George y compartió con él su última cena en la tarde-noche del 14 de diciembre, en un bar de Orihuela Costa.
Y llegó incluso a aconsejarle que no fuera a la casa de Jonny Smyth, el principal sospechoso, porque sería peligroso.
Esa misma madrugada, George fue golpeado, atado y llevado en coche hasta un campo de limoneros en Rojales, donde fue apuñalado y disparado dos veces antes de ser ocultado.
Por estos hechos, Jonny Smyth, un norirlandés de 26 años, y Michal Maly, un hombre checo de 32, fueron detenidos acusados de homicidio con ocultación de cadáver y complicidad, respectivamente.
Smyth fue arrestado a finales de marzo en la ciudad portuguesa de Braga, tras haber huido previamente a Tailandia. Mientras que Maly está en libertad con medidas cautelares.
Este crimen fue seguido ampliamente por EL ESPAÑOL de Alicante, que reveló nuevas pistas y colaboró con el documental de investigación de la BBC Who Killed John George?
Inseguridad
Los estragos de las organizaciones criminales están haciendo imposible la vida a los vecinos de Orihuela Costa, quienes se manifestaron recientemente para exigir un refuerzo de la seguridad ante la escalada de violencia y robos de los últimos años.
Sin ir más lejos, el suceso se produce apenas un mes después de que un hombre de 45 años disparara en la cabeza a un joven irlandés de 21 años.
La víctima fue hallada herida de gravedad en las inmediaciones de una zona de ocio próxima al centro comercial Zenia Boulevard.
Frente a esta espiral de delincuencia, los vecinos han decidido blindarse mediante la adquisición de armas y están valorando organizar patrullas ciudadanas nocturnas para frenar los robos en viviendas y vehículos.