Un niño de dos años ha muerto este domingo en una piscina de Aspe. El ahogamiento se ha producido en una piscina privada de un residencial de esta población en el interior de Alicante. Con este fallecimiento empeoran las estadísticas del peor inicio de temporada en diez años en España.
El aviso de este último caso llegó a los servicios del Centro de Información y Coordinación de Urgencias de la Comunitat Valenciana a las 18:15 horas del domingo. Rápidamente estos movilizaron el equipo médico del SAMU para atender al niño.
Los familiares ya habían comenzado las maniobras de reanimación cardiopulmonar básica para intentar salvar la vida del pequeño y los sanitarios tomaron el relevo para realizar las avanzadas. A pesar de estos esfuerzos, este ya no respondió y se confirmó su fallecimiento.
Este no es el único caso de ahogamiento que se ha producido en este domingo. En la alicantina playa de San Gabriel se lanzaba otro aviso a las 19:15 horas, que tendría un final bien diferente al anterior. En él los agentes del CICU movilizaron a un equipo médico del SAMU para asistir a un adolescente de 19 años.
El joven fue sacado del agua inconsciente y se le practicaron las maniobras de recuperación cardiopulmonar correspondientes a las que sí logra responder. Una vez estabilizado se le traslada para su atención al Hospital Doctor Balmis.
Ambos casos reflejan la gravedad de la temporada de baño de este 2025 en España. La Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo, que elabora el Informe Nacional de Ahogamientos desde 2015, define este junio como el peor mes de esta década.
Las estadísticas ya señalan el nivel de la gravedad de este año frente al anterior. En 2024 fueron 16 las personas que murieron por ahogamiento en la Comunitat Valenciana durante todo el mes de julio. Este 2025 ya son 17 los fallecidos en los seis primeros meses, de los cuales nueve se han notificado en junio.
Consejos para prevenir
Ante esta situación la Generalitat recuerda que hay que seguir los consejos para evitar este tipo de casos. Patricio Pérez, un socorrista que trabaja en Torrevieja, recuerda a EL ESPAÑOL algunos de ellos.
"Los niños deben estar siempre acompañados por un adulto", remarca. "Su seguridad no debe recaer únicamente en el socorrista. Además, es preferible que permanezcan en zonas donde hagan pie y no en la parte más profunda", añade.