Alicante

Algo así como un semáforo de la calidad de los alimentos es lo que ha desarrollado una empresa del Parque Científico de la Universidad de Miguel Hernández (PCUMH). En concreto, estos emprendedores han desarrollado una etiqueta biodegradable capaz de detectar el estado de madurez y descomposición de un alimento, y mostrarlo a través de los colores. Sin duda, un valioso indicador que tendrá utilidad para los consumidores, los supermercados y las compañías de logística o productoras

Esta tecnología, desarrollada por la 'start-up' Oscillum, cambia de color como un semáforo, en función de la fase en la que se encuentre la materia prima, según ha informado este jueves la Universidad Miguel Hernández (UMH) en un comunicado.

Hasta la fecha, la empresa ha testeado y comprobado la efectividad de esta etiqueta en productos frescos como la carne, el pescado o el marisco. Para continuar con su investigación y ampliar el abanico de alimentos en los que puede utilizarse, actualmente la compañía ha empezado a trabajar en la adaptación de esta tecnología para la fruta.

“En alimentos como las frutas, la etiqueta será capaz de mostrar a través de colores el estado de madurez del producto. Este indicador tendrá una gran utilidad no solo para los consumidores, sino también para los supermercados, las empresas de logística o las compañías productoras”, ha apuntado el cofundador de Oscillum Luis Chimeno.

La innovadora tecnología desarrollada por la empresa del PCUMH se compone de una mezcla de polímeros y sensores químicos. Los polímeros son la matriz de la etiqueta, ya que le confieren las propiedades mecánicas, mientras que los sensores químicos analizan el alimento y son capaces de detectar las moléculas producidas por la descomposición de los alimentos. La etiqueta, además, es biodegradable e inocua para el medio ambiente y para el alimento en sí.

Gracias a esta nueva etapa de investigación, la empresa continúa avanzado en su objetivo, que pasa por ayudar a reducir el desperdicio de alimentos.

“En muchas ocasiones, desechamos productos ante la mínima duda: el color o el olor nos parecen aspectos determinantes a la hora de consumirlos. Sin embargo, las propiedades organolépticas son parámetros de calidad, no de seguridad”, según Chimeno.

Ha añadido que, gracias a esta etiqueta, ese desperdicio podrá reducirse significativamente, ya que el consumidor sí contará con un parámetro válido que indicará de manera efectiva si el alimento es apto o no para el consumo.

Oscillum está impulsada por los graduados en Biotecnología por la UMH Luis Chimeno, Pilar Granado y Pablo Sosa, y surgió tras ser uno de los proyectos participantes del programa Maratón de Creación de Start-ups UMH.

Además, gracias a su innovación, esta compañía ha sido reconocida como una de las mejores ideas del año 2019 o empresa con alto potencial y compatibilidad con la economía verde, según la nota de prensa de la UMH.

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