Alicante

El Ayuntamiento de Elche ha vuelto a apostar por su adhesión, como hizo parcialmente en 2020, a la ‘Xarxa Platges Sense Fum’, un proyecto impulsado por la Generalitat Valenciana. La diferencia es que este año, la consideración de ‘playas sin humo’ se extendará a todas las playas del término municipal de Elche. El objetivo no es otro que "promover y ayudar a las personas a disfrutar de una vida sin tabaco, favorecer conductas ejemplares que influyan de manera positiva en los niños y niñas, respetar el medioambiente y hacer partícipe a la población en la toma de decisiones

saludables", señala el consistorio en un comunicado. 

Tanto la concejala de Medioambiente, Esther Díez, como el de Turismo, Carles Molina, han aclarado que esta iniciativa no busca un carácter sancionador, sino de recomendación. "Se trata de una propuesta voluntaria y divulgativa para promover hábitos de vida saludable y de respeto al medioambiente". Molina ha resaltado que “este proyecto lo vamos a materializar con información que se colocará en todas las playas para concienciar a las personas que visiten nuestro litoral”. 

Lo cierto es que esta acción no es nueva en la Comunidad Valenciana. La pionera fue El Campello en sus 17 calas, adelantándose en 2013 a una tendencia que va en alza en todo el litoral español. Luego le han seguido otras como la playa Marge Roig de Dénia, la Cala de Finestrat, Cullera, Cala Retor en Oropesa y Urbanova-Saladares y La Almadraba en 2020. 

Cifras

A este respecto, según datos del servicio de Limpieza de Alicante, diariamente se recogen más de cinco kilos de colillas de cigarrillos en todas sus playa, unas cifras que dan cuenta del problema medioambiental y de civismo. Hay que tener en cuenta que las colillas no son biodegradables y tardan diez años en destruirse. Asimismo, en la Comunidad Valenciana, un 22,5% de la población es fumadora y el tabaquismo produce 5.807 muertes anuales, según los datos de la Conselleria de Sanidad. 

Sanción económica

De momento, pocas comunidades autónomas han apostado por sancionar económicamente a las personas que fumen en playas determinadas. Así, por ejemplo, en la Isla de Gran Canaria abunda esta normativa que establece multas de hasta los 400 euros por fumar en la playa y 1.800 euros por tirar las colillas.

Las Canarias representan una isla en todos los sentidos porque en el resto de España la prohibición queda en una recomendación. Galicia no solo fue la primera (en 2012), sino que está siendo desde entonces la que más contundente se está mostrando en declarar sus playas (más de 80) espacios libres de humo y de colillas.

Asimismo, Cataluña, Baleares y Asturias parece que están siguiendo la estela gallega, mientras que País Vasco, Andalucía, Cantabria y, cada vez en menor medida, la Comunidad Valenciana, les está costando sumarse a la iniciativa a favor de la salud y del medio ambiente. 

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