Alicante

El calzado español atraviesa uno de los momentos más delicados de su ya de por si tortuoso devenir, marcado por un sinfín de crisis que ha venido sorteando con una capacidad de reinvención y de adaptación al medio como no existe en otros sectores. 

El pulso que mantiene Europa, y en concreto algunos países, entre los que se encuentra España, con Estados Unidos en un nuevo capítulo de su guerra comercial, podría tener como primer damnificado al tejido del calzado.

La entrada en vigor del nuevo Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales (IDSD), también conocido como tasa Google, que han impuesto, entre otros, España, Francia, Italia, Reino Unido, Austria y Turquía a las empresas tecnológicas estadounidense que operen en estos territorios, ha tenido una respuesta contundente e inesperada del gobierno de Biden. 

Sectores afectados

El Representante Comercial de los Estados Unidos anunció a finales de marzo una imposición del 25% de arancel a la importación de determinados productos, en el caso de España, el calzado, la marroquinería, los sombreros y el sector de la cristalería.

Con respecto al calzado, este cambio conllevaría alcanzar un arancel del 35%, y del 37,5% "inasumibles por los compradores estadounidenses", resultante del 10% y el 12,5% que ya asumían y al que ahora se les repercute un 25% adicional, explica Álvaro Sánchez, director general de la Asociación Española de Componentes para el Calzado (AEC). 

Independientemente de cómo acabe este pulso, del que Sánchez confía que la presión diplomática llegue a buen puerto, añade que "el daño ya está hecho" puesto que ya ha habido movimientos de marcas de EEUU que han comunicado a las españolas la paralización de sus productos. 

También lo confirma Marian Cano, la presidenta internina de la Federación de Industrias del Calzado Español (FICE). "Las empresas americanas han puesto en stand-by sus productos y estamos trabajando a todos los niveles", asegura.

En cifras

Hay que tener en cuenta que Estados Unidos es el primer mercado extracomunitario de calzado español. En un contexto de retroceso como el de 2020 por la Covid-19, el 7% de las exportaciones de calzado español fue a ese país, un porcentaje que supone 156 millones de euros y 3,5 millones de pares.

Pero es que es la Comunidad Valenciana la primera productora y exportadora nacional del sector del calzado. En concreto, su volumen de producción representa un 46% del conjunto español y las exportaciones de calzado suponen alrededor del 41% de las que se realizan en España.

La preocupación, latente entre el empresariado, se ha extendido a los trabajadores, los cuales una parte continúa instalado en un ERTE que va camino de prorrogarse de nuevo.

Empleos

Solo en Elda, meca del calzado de calidad que se está vendiendo a primeras marcas de EEUU, podrían perderse, en una primera aproximación, entre 1.500 y 2.000 empleos directos, asevera Cano, y 5.000 indirectos.

Con lo que respecta al sector de los componentes para el calzado, éste representa a más de 2.000 empresas, en su mayoría pymes y micro pymes, y a cerca de 21.000 trabajadores directos e indirectos. Desde AEC insisten en que el castigo de Biden sería fatal teniendo en cuenta el castigo que han padecido a raíz de la pandemia.

A lo largo del año 2020 el sector registró caídas del 43,5% del IPI (Índice de Producción Industrial), para posicionarse en un descenso actual del 28,2% de la producción, con una caída del volumen de negocio del 45% y un descenso del 30% sobre el total de las personas que trabajaban en el sector, sin contar los que en la actualidad se mantienen en un ERTE.

Actuaciones

Prácticamente todos los representantes políticos, de todas las administraciones, se han manifestado en contra de la medida estadounidense y a favor del calzado. Los alcaldes de Elda y Elche, Rubén Alfaro y Carlos González, ambos socialistas, anunciaron una reunión para este jueves junto con otros municipios de la comarca del Vinalopó afectados.

El objetivo es presionar al Gobierno para que acelere la diplomacia económica. Alfaro, más explícito que González, ha llegado a decir que "si Estados Unidos no rectifica, desde el Gobierno tendrá que articular medidas compensatorias”.

Como ha venido criticando el PP provincial de Carlos Mazón, Rubén Alfaro también se ha referido a la ausencia de ayudas del Ejecutivo de Pedro Sánchez al sector del calzado, "y, por ello, los municipios afectados hemos trasladado al Ministerio de Industria y a la vicepresidenta económica del Gobierno que el sector sea incluido en estas ayudas". 

Por su parte, Mazón, además de reclamar medidas compensatorias, ha dado un paso más y ha exigido a Pedro Sánchez que suspenda provisionalmente la tasa Google para mediar con Europa con el fin de empezar negociaciones que permitan suspender este impuesto hasta que resuelva el conflicto arancelario.

“Que las tecnológicas paguen sus impuestos, pero que eso no repercuta en otras industrias que llevan ya muchos años trabajando para ser punteras hoy en día. Es una consecuencia injusta y el deber del Gobierno es evitar que esto pase”, ha añadido Mazón.

Por último, el secretario para la Unión Europea y Relaciones Externas, Joan Calabuig, ha mostrado el "total apoyo" de la Generalitat al sector del calzado y le ha pedido al Gobierno estadounidense "que recapacite". 

En la misma línea, la eurodiputada socialista Inmaculada Rodríguez-Piñero ha dicho: “No se puede penalizar a un sector que no tiene nada que ver con el digital. Es inaceptable que Estados Unidos pretenda aplicar unilateralmente represalias contra el calzado, que tendría consecuencias especialmente adversas para regiones como la Comunidad Valenciana”, ha señalado la miembro de la Comisión de Comercio Internacional de la Eurocámara.

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